"Es el día más importante para la comunidad gitana española y europea desde hace siglos". Con estas palabras Juan de Dios Ramírez-Heredia, presidente de la Unión Romaní Española y el primer gitano investido doctor honoris causa, resumía la importancia de la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, que obliga a España a indemnizar con 75.412 euros a María Luisa Muñoz Díaz,

El fallo supone, según Ramírez--Heredia, "una llamada de atención" a la Administración y a la justicia española. María Luisa Muñoz reclamaba desde el 2000, año en que murió su marido, una pensión de viudedad. Una petición que la Administración rechazó porque la demandante solo estaba casada por el rito calé. Isidro Rodríguez, presidente de la Fundación Secretariado Gitano, ha recalcado que la sentencia recoge que "el matrimonio era de buena fe", lo que no significa que el matrimonio por el rito gitano tenga efectos civiles. La Unión Romaní Española aseguró que la resolución "devuelve la dignidad a la comunidad" y es un gran paso "para que estas uniones sean consideradas por los poderes públicos auténticos matrimonios".

Muñoz, que se mostró "como un ocho de contenta" por la sentencia, aconsejó a los gitanos que cumplan el trámite e inscriban su unión en el Registro Civil después de casarse por el rito gitano, aunque opina que para ellos "su matrimonio es legal". A tal respecto, Ramírez--Heredia también dijo: "Creemos que debemos regirnos por las mismas leyes que el resto de españoles".

La demandante se casó por el rito gitano en 1971 y sus seis hijos aparecían en la cartilla de la Seguridad Social, el Libro de Familia y en el reconomiento de familia numerosa. Respecto al valor de la sentencia Muñoz ha destacado que "es el día más importante para la comunidad gitana española y europea desde hace muchos siglos.