Las temperaturas medias registradas en la Tierra en los últimos cuatro años serán inferiores a las récords que se dieron en el 2005 y el 1998, pero eso no significa que el ritmo del calentamiento se haya frenado. Todo lo contrario: el aumento se sitúa ahora en 0,187 grados por década, ligeramente por encima de las previsiones de 0,177 grados presentadas hace unos años. Esto es al menos lo que sostiene el IPCC, el grupo de expertos en cambio climático de la ONU, en respuesta al escepticismo renacido en el 2008, un año que se comportó de forma bastante suave.

El IPCC, referencia internacional en políticas de cambio climático, publicó su último gran informe en el 2017 y no tiene previsto sacar el siguiente hasta el 2014, pero ha preparado un resumen con los estudios más recientes con motivo de la cumbre de Copenhague, que se inaugura el próximo lunes. Uno de los pilares sigue siendo la atribución del calentamiento a la actividad humana, es decir, a la emisión antrópica de dióxido de carbono y otros gases.

EL NIÑO Y EL CICLO SOLAR "No hay ninguna indicación en los datos de una desaceleración o una pausa en la tendencia al calentamiento causado por el hombre", subraya el IPCC. La organización recuerda que las variaciones anuales, los dientes de sierra de los gráficos, forman parte de las fluctuaciones naturales. "La variabilidad a corto plazo siempre estará presente en el sistema climático", añade. La mayoría de los altibajos se justifican por efectos naturales a corto plazo, como el fenómeno de El Niño o los ciclos de 11 años de actividad solar. El año más fresco de las últimas décadas, 1992, sería el resultado de la emisión a la atmósfera de gran cantidad de partículas procedentes de la erupción del volcán Pinatubo.

Es más, prosiguen los expertos de la ONU, es significativo que, "a pesar de la extremadamente baja luminosidad del Sol en los últimos tres años", se han seguido registrando temperaturas elevadas. Por ejemplo, marzo del 2008 fue el marzo más cálido desde que existen registros instrumentales, prácticamente en un siglo y medio. Los pasados meses de julio, junio y agosto fueron también los más calurosos en cuanto a temperatura del mar. Los años 2007, 2008 y 2009, por este orden, han sido los tres con menor presencia de hielo en la banquisa ártica.

En definitiva, todos los años de este siglo (del 2001 al 2008) figuran en el historial entre los 10 más cálidos desde 1850. Los 25 últimos se han comportado, concluye el IPCC, "tal y como esperaba la teoría del calentamiento global".