Mandatarios mundiales, entre ellos unos 60 jefes de Estado y de Gobierno, se comprometieron ayer en Roma en la Cumbre Mundial sobre Seguridad Alimentaria a reducir a la mitad para 2015 el número de personas que sufren hambre en todo el planeta. La reunión, que acoge la sede de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) hasta mañana, comenzó con la aprobación de una declaración conjunta y con las intervenciones del papa Benedicto XVI y de líderes políticos.

Cumpliendo con el principal objetivo con el que se llegaba a la cita, los participantes en la cumbre dejaron claro que su primera preocupación sobre seguridad alimentaria para los próximos años es llegar a reducir a la mitad para 2015 la cifra de personas que padecen hambre.