Los moratones en sus pequeños cuerpos pusieron a los médicos sobre la pista del calvario que dos hermanos mellizos estaban sufriendo en casa con solo dos meses y medio de vida. Uno de ellos falleció a mediodía de ayer tras entrar en coma a causa de las lesiones cerebrales que presentaba, mientras que el otro continúa ingresado aunque no se teme por su vida. Los padres de ambos ingresaron poco después en la prisión de Alhaurín de la Torre (Málaga) por orden de un juzgado de Torremolinos.

Todo comenzó la tarde del pasado miércoles, cuando los progenitores de los bebés, un joven de origen ruso y una ucraniana sin documentación en regla, acudieron al Hospital Maternal de Málaga porque uno de los menores parecía muy enfermo. Los pediatras que les atendieron sospecharon que podía tratarse de un episodio de malos tratos porque ambos bebés, dos niños nacidos el pasado agosto, presentaban numerosos hematomas por todo el cuerpo. Un examen médico realizado el jueves por la mañana confirmó los peores presagios. Los golpes se repartían por todo el cuerpo, incluida la cabeza, y una resonancia magnética permitió apreciar los daños cerebrales que sufría el hermano en peor estado y que obligaron a ingresarlo en la uci del centro sanitario. Su estado empeoró y entró en coma, falleciendo al mediodía de ayer.

Las alertas saltaron entre los facultativos ante las extrañas versiones que los padres, de menos de 30 años, ofrecían sobre el origen de las lesiones, algunas de las cuales, según los primeros exámenes, no eran nuevas. Rápidamente se puso en marcha el protocolo de sospecha de malos tratos y se alertó al Grupo de Escolta, Menores y Atención Ciudadana de la Policía Local, que envió una patrulla al hospital. Una vez allí, se entrevistaron con los médicos y hablaron con los padres, tras lo cual decidieron dar aviso al Servicio de Protección de Menores de la Junta de Andalucía --que ha asumido la tutela del otro bebé-- y proceder a la detención de los progenitores.