De los cerdos ya se sabe que se aprovecha todo. Incluso sus contaminantes excrementos pueden servir para generar un material con las mismas propiedades que el gas natural: el biogás. Su desarrollo es aún incipiente pero, gracias a que España es uno de los mayores productores de ganadería de la UE, se prevé que alcance la implantación que tiene en países como Alemania, Austria o Suecia, donde es una de las alternativas más empleadas para valorizar los subproductos alimentarios.

El biogás se genera por la acción de bacterias naturales durante la biodegradación de materiales orgánicos almacenados sin aire. Se puede obtener, por tanto, en vertederos y depuradoras, cuya implantación está más extendida, y a partir de residuos agroalimentarios.

UNA ENERGIA LIMPIA En este último caso, el biogás producido contiene un 65% de metano, lo que le proporciona una elevada capacidad calorífica. Este calor se puede aprovechar para calefacción, agua caliente, secado, etcétera, aunque lo que más ingresos genera es su transformación en electricidad.

El biogás se considera una energía limpia porque para su producción no se emite dióxido de carbono (CO2). Pero tiene una ventaja añadida, y es la reducción de las emisiones de metano que expulsan los animales, un componente 20 veces más contaminante que el CO2. Andrés Pascual, coordinador del proyecto Probiogás --impulsado por el Ministerio de Ciencia e Innovación para fomentar su uso-- no prevé que el biogás tenga el desarrollo de otras energías renovables como la eólica, pero considera que su implantación es primordial para reducir los niveles de metano. Cuanto menos tiempo estén los excrementos en el suelo, menos metano se emite.

Otra de las ventajas del sistema es que los desechos (una vez eliminado el gas) se pueden utilizar como fertilizantes naturales.

ALMACENAMIENTO Por último, el responsable de energía de Greenpeace, José Luis García, cita otra de las ventajas fundamentales del biogás: que se puede almacenar y transportar, características que no cumplen otras renovables. Para él lo más "interesante" del biogás es su uso combinado con otras fuentes limpias; por ejemplo, en las plantas termosolares en sustitución del gas natural.