Autoexplorarse el pecho cada mes y acudir a las citas bianuales que les envía su hospital de referencia para acceder a una mamografía, son las dos principales acciones que pueden asumir en España las mujeres mayores de 50 años, para evitar que un eventual cáncer de mama se apodere de su vida sin ser captado a tiempo. Esas dos medidas han permitido detectar 860 tumores malignos en los distritos barceloneses de la zona de Cataluña que en 1995 introdujo la prevención del cáncer de mama en España. En la actualidad, ese control se ofrece en las principales capitales españolas a las mujeres de 50 a 69 años, la franjas de edad con mayor riesgo.

En la carrera contra el cáncer de mama nadie descansa: las cifras anuales de nuevas efectadas no deja de crecer, al igual que los porcentajes de mujeres que sobreviven al tumor. En la actualidad, este cáncer es la segunda causa de muerte entre las mujeres de España, tras los fallecimientos de origen cardiovascular. Cada año se diagnostican nuevos tumores malignos de mama, que afecta a 70 de cada 100.000 mujeres sanas. Un 85% de las enfermas han sobrevivido al tumor cinco años después de su detección, y un 79% vive sin cáncer a los 10 años del diagnóstico, lo que se considera la eliminación prácticamente definitiva. La media de edad de las enfermas son los 60 años.

Algo que también pueden hacer las mujeres sanas para mantener alejado este tipo de cáncer es controlar su estilo de vida, una actitud que, en opinión del doctor Joan Albanell, oncólogo del Hospital del Mar, de Barcelona, previene la aparición de tumores malignos. "Sabemos que la dieta muy grasa y la vida sedentaria aumentan el riesgo de sufrir cáncer de mama --indica--. Recomendamos comer mucha fruta y verdura, poca carne, y hacer ejercicio físico".

Un 70% de los cánceres de mama surgen de una alteración hormonal, y el resto están relacionados con fallos genéticos. Para estos últimos --un 20% de todos los cánceres de mama-- existen fármacos altamente específicos, que actúan exclusivamente contra las moléculas que han desencadenado el tumor. Esas familias de medicamentos, poco tóxicos y con escasos efectos secundarios, sustituyen a la quimioterapia convencional, que suprime todas las células del órgano afectado a cambio de una elevada toxicidad.

DOS EN EL MERCADO Ese concepto, la supresión concreta de las células que se han vuelto malignas, dispone en estos momentos de dos medicamentos comercializados contra el cáncer de mama. La elevada supervivencia de las afectadas por estos tumores ha dado lugar a numerosas asociaciones de autoayuda, grupos en los que participan mujeres curadas y enfermas recién diagnosticadas.

Estos colectivos, que resultan ser muy activos y eficaces, se han convertido en un apreciado punto de referencia para quienes acaban de recibir la delicada noticia y saben que están a punto de iniciar un periodo de dolorosas o molestas pruebas diagnósticas.