EL GOBIERNO de las islas Maldivas celebró ayer su consejo de ministros bajo el agua, una primicia mundial para advertir de los peligros del cambio climático en la zona. Ataviados con trajes de buceo y bombonas de oxígeno, el presidente Mohamed Nasheed y 11 de sus 14 ministros votaron a seis metros de profundidad una resolución que pide una acción global para reducir el CO2.