La línea submarina por la que se conduce el crudo desde la monoboya hasta la Refinería La Rábida de Cepsa en Huelva registró ayer un derrame accidental de crudo durante la descarga de un petrolero, que ha provocado una mancha en el mar. Según informó la Subdelegación del Gobierno, una vez que la empresa detectara el incidente a las 12.45 horas, se suspendió la operación de descarga y se activó el Plan de Emergencia de Terminales Marítimos (Petma).

La mancha de crudo ha alcanzado ya la zona del Espigón Juan Carlos I y, según divisan los medios aéreos del Ministerio de Fomento, se dirige hacia Mazagón, donde se van a extender barreras a la altura del Parador Nacional para evitar que avance hacia Matalascañas (Almonte). No obstante, los cambios de viento y de mareas que se preveían para la pasada madrugada podrían conducir de nuevo el hidrocarburo mar adentro.

La Subdelegación del Gobierno de Huelva, que convocó con urgencia a todas las partes que de una u otra manera tienen implicación en el incidente ocurrido, informó en comunicado de que, según la última hora de Salvamento Marítimo, el avión Sasemar 101 divisa dos manchas diferenciadas: una alargada que ha sobrepasado el Espigón Juan Carlos I y se dirige hacia el Este, compuesta por regueros paralelos y dispersos de densidad moderada entre los que se encuentran algunas galletas de fuel y que se dispersa en una extensión de unas 4,5 millas de longitud por 50 metros de anchura.

La otra es una mancha circular situada a unas 1,5 millas de la tierra al Este de la primera mancha. Su tamaño es de 0,7 millas y está compuesta también por varios regueros de densidad moderada.

Se han marcado dos dispositivos claros de operación: uno para actuar sobre la mancha en el mar (cercado y balizamiento del crudo); y otro para trabajar en la Costa.