La Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a una mujer a nueve años y seis meses de cárcel por rociar con gasolina y quemar, con resultado de muerte, al autor de la violación de su hija, de 13 años, ocurrida siete años antes a este suceso. Los magistrados contemplan la eximente incompleta de trastorno mental transitorio. Asimismo, prohíben a la ahora condenada a aproximarse a menos de 500 metros durante 15 años a los familiares de la víctima, un joven de su misma localidad, y le han impuesto abonar una indemnización de 140.000 euros.

Los hechos ocurrieron el 13 de junio del 2005, siete años después de la violación, cuyo autor responsable fue condenado a nueve años de prisión. Sostiene el Tribunal que cuando la procesada estaba en una parada de autobús de la localidad de Benejúzar (Alicante), el condenado --con permiso carcelario-- se acercó a ella "y le preguntó: ¿qué tal su hija?". Instantes después, ella entró en el bar donde él estaba y, tras decirle "para que no me olvides", roció con gasolina la cabeza y parte del cuerpo del joven y prendió fuego con una cerilla.