Uno de los dos bomberos heridos en el incendio de Horta de Sant Joan (Tarragona), Pau Costa, de 31 años, ha fallecido hacia las 14.15 horas de hoy en el hospital de Vall d'Hebron de Barcelona a consecuencia de un fallo multiorgánico, según ha informado el departamento de Presidencia de la Generalitat.

Con este fallecimiento, son ya cinco los bomberos muertos mientras sofocaban el incendio de Horta, que ha sido controlado esta mañana tras calcinar 1.140 hectáreas, 400 de las cuales pertenecientes al parque natural de Els Ports de Beseit.

Pau Costa fue ingresado en la Unidad de Quemados del hospital barcelonés el pasado día 21 con heridas de gravedad, ya que tenía quemaduras de segundo y tercer grado en el 50 por ciento del cuerpo.

Además, el fallecido sufría una lesión pulmonar por inhalación de humos, un cuadro agravado con complicaciones multiorgánicas que finalmente le ha causado la muerte.

Las mismas fuentes han señalado que desde el principio la evolución de su estado ha sido desfavorable, y el pasado miércoles día 22 entró en una situación de fallo multiorgánico.

Pau Costa pertenecía al Grupo de Actuaciones Forestales, un grupo de elite de los bomberos catalanes que ataja el fuego desde primera línea haciendo cortafuegos y utilizando fuegos controlados para evitar el avance de las llamas.

En el hospital del Vall d'Hebron permanece hospitalizado Josep Pallàs, el otro bombero herido en el incendio de Horta de Sant Joan, con quemaduras en el 75 por ciento de su cuerpo.

Los bomberos han conseguido controlar sobre las 11.00 horas de hoy este incendio, en el que trabajan setenta dotaciones terrestres y siete medios aéreos.

La muerte hoy del quinto bombero en el incendio de Horta de Sant Joan (Tarragona) eleva a nueve el número de fallecidos como consecuencia de incendios forestales en lo que va de año.

Las primeras víctimas mortales de 2009 en este tipo de sucesos se registraron el 22 de junio pasado: los dos ocupantes de un helicóptero de los Bomberos de la Generalitat fallecieron al sufrir un accidente en Mollet del Vallés (Barcelona) cuando cargaba agua para sofocar un pequeño incendio registrado en la zona.

Casi un mes más tarde, el 17 de julio, moría un vecino de Guissona, de 87 años, al quedar atrapado por el fuego cuando intentaba acceder a su finca de Cabanabona (Lleida) en su vehículo, durante el incendio forestal de Agramunt (Lleida), que al parecer fue provocado por la caída de un cable debido a las fuertes rachas de viento.

El suceso más trágico tuvo lugar esta semana, el martes 21, cuando cuatro bomberos perdían la vida y otros dos resultaban heridos muy graves, al quedar atrapados por un cambio en la dirección del viento durante la extinción del incendio forestal del Parque Natural de Els Ports, cerca de Horta de Sant Joan (Tarragona).

Hoy, uno de esos heridos, Pau Costa, de 31 años, ha fallecido a las 14:15 horas en el hospital de Vall d'Hebron de Barcelona a consecuencia de un fallo multiorgánico derivado de las quemaduras sufridas.

Por último, un bombero conductor de una motobomba que trabajaba en la extinción de un incendio murió ayer en Corbalán (Teruel). Este trabajador falleció al precipitarse su vehículo por un barranco desde un camino forestal.