Cuatro bomberos pertenecientes a los Grupos de Apoyo de Actuaciones Forestales (GRAF) fallecieron ayer, y dos más resultaron heridos de gravedad, al quedar atrapados por las llamas mientras combatían un incendio forestal que se había declarado a última hora del lunes en el parque natural de Els Ports, dentro de la demarcación de Tarragona, en una zona próxima a Teruel y Castellón. Un cambio brusco de la dirección de un intenso viento sorprendió a los integrantes de los servicios de extinción cuando trataban de evitar que el fuego alcanzase el municipio de Horta de Sant Joan (Tarragona), según el secretario general de Interior de la Generalitat catalana, Joan Boada.

El fuego, que seguía activo, ya había devorado anoche unas 800 hectáreas de bosque, de las que la mitad pertenecen a la zona protegida del paraje natural. Los Mossos d´Esquadra forzaron el desalojo de algunas masías diseminadas por la zona y pidieron a la población de Horta, adonde llegaban las columnas de humo, que permaneciera confinada en sus casas. Muchos de ellos quedaron sorprendidos por el fuego. "Estaba descansando en el sofá y vi de golpe el cielo negro y cómo las llamas se aproximaban al pueblo", señaló una vecina.

Muchos reaccionaron indignados ante las indicaciones de las fuerzas de seguridad, que les vetaban el paso a las fincas amenazadas. A última hora de la tarde, Boada confirmó que el fuego había dejado de ser una amenaza para el núcleo habitado.

Más de 70 dotaciones de los Bomberos de la Generalitat, con unas 300 personas, trabajan a medianoche en la zona, auxiliados por un centenar de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias del Ministerio de Defensa y dotaciones de bomberos procedentes de Aragón y la Comunidad Valenciana, que se añadieron a las tareas de extinción. Hasta que hubo luz solar estuvieron actuando en la zona seis helicópteros bombarderos, cuatro avionetas y un hidroavión, además de un helicóptero de coordinación. La reactivación del fuego durante las primeras horas de la tarde, empujado por las fuertes rachas de viento, creó malestar entre algunos habitantes de Horta, que acusaron a los Bomberos de haberse anticipado al dar el incendio por controlado unas horas antes. Incluso el alcalde, Angel Ferrás, se añadió al coro de críticos que apuntaron a una presunta "descoordinación" en la extinción, a la que también se sumó el alcalde de Arnes y diputado de CiU, Xavier Pallarés.

Ferrás recriminó a los mandos que ordenasen cierta "relajación" que les hizo estar desprevenidos cuando el viento avivó las llamas. Boada replicó asegurando que los Bomberos "nunca bajaron la guardia".

QUEMADURAS EN EL 75% La identidad de la víctimas, adscritos a distintos parques de bomberos de Lérida, no fue facilitada anoche a la espera de poder comunicar lo ocurrido a los familiares de todos los fallecidos, algunos de los cuáles se hallaban de viaje fuera de Europa.

Los dos heridos fueron trasladados en helicóptero al Hospital del Vall d´Hebron de Barcelona, donde quedaron ingresados en la unidad de quemados. Uno de ellos, también de una unidad de los GRAF, llegó al centro asistencial en estado crítico y presentaba quemaduras en el 75% del cuerpo. El sexto afectado, un bombero del parque de Vic, también presentaba quemaduras en el 50% de su cuerpo.

VISITAS INSTITUCIONALES Las ministras de Defensa y de Medio Ambiente, Carme Chacón y Elena Espinosa, se desplazaron anoche a Tarragona para trasladar a las autoridades catalanas el pésame del Ejecutivo. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ofrecó al presidente de la Generalitat, José Montilla, todos los recursos del Ejecutivo central para colaborar en la extinción del incendio. Zapatero pidió a Montilla que transmitiese su pesar a los familiares de los bomberos fallecidos. También el Rey, en nombre de la Familia Real, trasladó su pésame al presidente catalán.