La estación de Fresnedillas de la NASA, en contacto directo con el módulo lunar del Apolo XI, recibió hace cuarenta años la voz de Neil Amstrong cuando decía "El Águila ha aterrizado", una hazaña que hoy conmemora este municipio madrileño como el día en que la localidad "hizo historia".

"En el cartel de la estación ponía 'Vuelos espaciales tripulados'" ha recordado hoy el alcalde de Fresnedillas de la Oliva, Antonio Reguilón, que ha querido hacer alusión así a la "participación clave" de la localidad en la realización de "un sueño" que "aún hoy, impresiona que fuera posible de llevar a cabo".

La estación de Fresnedillas fue una de las tres estaciones de tierra a través de las que se pudo mantener el contacto continuo con la nave Apolo XI. Durante ocho horas al día, sus decenas de trabajadores fueron responsables, tanto de los datos de localización de la nave como del estado de los astronautas a bordo.

Gran parte de los equipos, instrumentos, documentos y manuales que fueron utilizados para esos seguimientos han sido expuestos estos días en la Casa de la Cultura de Fresnedillas de la Oliva, donde también se han mostrado fotos, recortes de prensa y maquetas de la histórica llegada del hombre a la Luna.

Tomás y Pablo Alonso Hernández han sido los comisarios de esta exhibición en la que la muestra de osciloscopios, sincronizadores, paneles de monitorización y otras maquinarias espaciales pretenden dar una idea del "complicado e importantísimo trabajo que se desarrolló" desde el pueblo madrileño.

A la exposición ha asistido hoy la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quien ha calificado de "imprescindible" la operación que se desarrolló en este "sencillo municipio de Madrid que se encontró, a causa de su situación geográfica y orográfica, en medio de la carrera espacial".

Con motivo de los actos de conmemoración, los orgullosos habitantes de la localidad han recibido la visita del consejero de Cultura, Educación y Prensa de la Embajada de EE.UU., Thomas R. Genton y del portavoz de la NASA Philip Librich.

Antiguos trabajadores de la estación han sido felicitados por las autoridades presentes, quienes además de elogiar su labor, han alabado su capacidad de transmitir "calor humano" al Apolo XI en su viaje a la Luna.