El arzobispo católico de La Habana, cardenal Jaime Ortega, anunció ayer que las autoridades cubanas capturaron al presunto asesino del sacerdote español Mariano Arroyo, cuyo cadáver fue encontrado el lunes pasado maniatado, acuchillado y parcialmente quemado. "Las investigaciones realizadas por los peritos policiales han permitido la localización y captura del presunto responsable de este execrable crimen y sus posibles cómplices", asegura un comunicado del arzobispado.

"Además de las pruebas vinculantes, las autoridades policiales cuentan ya con la confesión del mencionado responsable", agrega el boletín, y aclara que la investigación "aún no ha concluido". Añade que las autoridades también confirmaron que continúa la investigación sobre otro cura español asesinado en febrero pasado en La Habana, Eduardo de la Fuente, y que en ese caso "al menos una persona detenida ha confesado su culpabilidad y responsabilidad".

La nota rechaza "cualquier intento de vincular un caso con otro, o a darle un matiz religioso o político ajeno totalmente a la realidad del hecho criminal en sí mismo", sin aclarar más.

El cura español Isidro Hoyos, amigo de los asesinados, declaró el martes que está asustado porque los homicidios han sido muy similares en los procedimientos y no parecen una "casualidad". "En mi tierra dicen que no hay dos sin tres, pero no quiero pensar en eso", afirmó Hoyos, de 75 años, que llegó hace una década a la isla para atender la Iglesia de San Martin de Porras, en la barriada de Alamar, en el este de la capital cubana.