Un terrorífico error profesional" fue la causa de la muerte del bebé de Dalilah Mimouni, la joven de 19 años que fue la primera víctima mortal de la gripe A en España, según dijo ayer Antonio Barba, director gerente del Hospital Gregorio Marañon de Madrid, donde estaba internado el pequeño. Rayán, como se llamaba, murió ayer al mediodía después de la noche anterior recibiera la alimentación por vía intravenosa en lugar de por la vía nasogástrica debido a una negligencia, explicó el director gerente.

El error se produjo a las 21 horas cuando el bebé tenía que recibir por vía nasal la alimentación láctea para prematuros, pero el personal se lo administró por vía parental. Los facultativos se dieron cuenta a las 22.10 horas, pero ya era tarde. "Ese modo de administración es absolutamente incompatible" con la vida, puesto que los prematuros no tienen capacidad de asimilación porque sus órganos son muy pequeños y poco desarrollados, explicó Barba. El gerente del centro señaló que acababan de hablar a la familia, a la que se le ha informado de los mismos datos que a la prensa. "He hablado con la familia, ha sido uno de los peores momentos de mi vida profesional", confesó Barba. El gerente reconoció que se trata de una "gravísima negligencia que no tiene excusa". "Sabemos que hay cosas que no se pueden reparar, pero otras sí", manifestó.

El marido de Dalilah ya había anunciado acciones legales por la muerte de su esposa puesto que, según los médicos, la joven padecía asma y ése fue un elemento relevante para su fallecimiento por el virus H1N1; algo que la familia niega porque era deportista y hacía atletismo.

El fallo fue cometido por "personal de enfermería" que se equivocó de vía de administración, algo totalmente inusual porque este tipo de alimentación láctea viene "perfectamente tipificada" respecto a la vía por la que se tiene que administrar. "Es más, ese tipo de nutriciones, la que viene por vía intravenosa, es un fármaco y viene preparada desde el servicio central de farmacias. No da lugar a equivocación, pero ha sucedido", manifestó.

Asimismo, Barba explicó que ha ordenado una "investigación interna" por la cual un inspector de la consejería visitará el centro para que "esa solución de responsabilidades del profesional o de la profesional, implicados, precisamente de una forma aséptica y no hacerlo dentro del centro", para que no haya "benevolencia" y "que sea investigado y dictaminado con la mayor justicia posible para todos". "Como es natural, la persona que lo ha hecho no se encuentra tampoco bien en estos momentos", senaló.