El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) comenzó ayer a estudiar la petición que Industria le trasladó a última hora del jueves para que realice nuevos informes sobre la posibilidad de que la nuclear de Santa María de Garoña, en Burgos, siga abierta por un periodo de dos, cuatro o seis años. Además, el lunes el pleno del consejo se reunirá para tratar el asunto con la previsión de que, "dado que el grueso del trabajo está hecho", según fuentes del organismo, los nuevos dictámenes se envíen al Ejecutivo con el plazo suficiente para que este pueda tomar la decisión antes del 5 de julio, cuando expira la licencia de explotación de la planta.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha dejado caer que pretende cerrar la planta en el 2011, cuando esta cumple 40 años, y así cumplir su compromiso electoral de clausurar las nucleares al final de su vida útil. Según fuentes socialistas, la petición de nuevos informes al CSN no quiere decir que el presidente haya cambiado de opinión. Hay que tener en cuenta que según los ecologistas Garoña no es segura y hay que cerrarla ya.

En cuanto a la petición de dictámenes a cuatro y seis años se debe a que el presidente desea estudiar todas las posibilidades para que nadie pueda acusarle de haber tomado la decisión a la ligera.