Que el mundo se encuentre en situación de pandemia gripal causada por un virus de nueva composición y escasa agresividad no debe suponer la adopción de ninguna medida especial por parte de los ciudadanos. De hecho, desde 1985 convivimos con otra pandemia, la que causa el virus del sida, sin que exista pánico colectivo. El VIH, que sí desató terror en sus inicios, es incurable, complejo y devastador: el virus más sofisticado conocido hasta ahora por la humanidad.

Si, como se teme, el virus A/H1N1 ha consolidado su presencia y sigue infectando, las autoridades deberán calibrar si están en disposición de adquirir, aunque sea en poca cantidad, algunos lotes de vacunas contra el nuevo virus, que se administrarían al personal de seguridad estratégico --policía y sanitarios--. Esa compra no está garantizada en estos momentos. En caso de que el virus se manifieste con mayor agresividad que ahora, los centros sanitarios activarán circuitos y salas paralelas de asistencia: una para los enfermos habituales, y otra, separada, para quienes sean atendidos con sospecha de gripe.

Esto obligará a replantear las actuales campañas de vacunación, en las que únicamente se protege a los mayores de 60 años y a los enfermos inmunodeprimidos. En la era gripal que inicia esta pandemia tal vez sea necesario vacunar a poblaciones más jóvenes, o bien se aconsejará administrar varias dosis preventivas en un año, en lugar de una sola como se hacía hasta ahora. Por estas razones, la OMS mantendrá la alerta y vigilancia a que obliga la declaración de pandemia.

El nuevo A/H1N1, en cambio, es escasamente letal. La llegada del próximo otoño plantea una de las principales incógnitas, ya que, a diferencia de las gripes convencionales que se inician hacia Navidad, este organismo podría reactivarse con el descenso de las temperaturas, cuando el ambiente le sea favorable. Para entonces, los centros sanitarios deben disponer de planes de asistencia susceptibles de absorber a una cantidad inusual de enfermos. Podría ocurrir, no obstante, que la nueva gripe se reactivara este verano y todo empezara antes.

El laboratorio Novartis informó ayer de que ha recibido una cepa preliminar, facilitada por el Centro de Control de Enfermedades de Atlanta (EEUU), con la que ya ha elaborado un primer lote de vacuna. En julio prevé iniciar el primer ensayo clínico del fármaco, probar si es seguro en un reducido grupo de personas.