El juez que investiga la muerte de Marta del Castillo mantiene las declaraciones de cuatro testigos previstas para hoy y no ha introducido cambios a la vista de la carta que el presunto asesino, Miguel C.D., dejó en su celda antes de su intento de suicidio del pasado jueves. Fuentes del caso informaron ayer de que la carta iba dirigida a la nueva abogada de Miguel, Paloma Pérez Sendino, pero la letrada aún no ha podido verla porque está guardada en la caja fuerte del secretario del juzgado de instrucción 4, que ayer pasó toda la jornada celebrando juicios.
Las fuentes han añadido que el contenido de dicha carta, que hasta ahora solo conoce el juez, no deparará grandes novedades respecto a la última declaración del presunto asesino, quien en su tercera versión sobre la muerte de Marta dijo que fue estrangulada por el menor Javier G.M. después de que ambos abusaran sexualmente de ella, y que luego arrojaron el cuerpo a un contenedor de basura.
Según las fuentes, tras conocer el contenido de la carta el juez no ha acordado tomar nuevas declaraciones y ha mantenido la declaración prevista para hoy, como testigos, de la novia del imputado Samuel B.P. y tres amigos de su pandilla, que deben ratificar la coartada del joven de que estuvo de botellón con ellos la noche del crimen y no ayudó a Miguel a deshacerse del cuerpo de la joven.
La carta de Miguel está custodiada en la caja fuerte del secretario judicial, junto a la parte del sumario que continúa bajo secreto, han explicado las fuentes.
Ayer también continuaron, sin éxito, los trabajos de búsqueda del cuerpo en el vertedero Montemarta de Alcalá de Guadaira (Sevilla), donde comenzaron el pasado 19 de marzo. Fuentes de la investigación han dicho a Efe que estos trabajos deben continuar al menos una semana o diez días, pues se trata de una zona muy extensa de cien hectáreas de superficie, donde se vierten diariamente 1.300 toneladas de basura procedentes de Sevilla.
Tras el intento de suicidio de Miguel, los funcionarios de la cárcel de Morón de la Frontera (Sevilla) que registraron su celda encontraron dos cartas: una dirigida a su letrada y otra de carácter personal, escrita mucho tiempo atrás, que no ha sido incorporada al sumario judicial.
El joven intentó ahorcarse con un cordón de su chándal que colgó del quicio de la puerta de un baño que da a un patio de la cárcel. La puerta se encontraba abierta y el baño da al patio del módulo de ingresos y aislamiento, y por lo tanto se encontraba muy concurrido cuando se produjo el intento de suicidio, a la hora de la cena del pasado jueves.
