El Consejo General del Poder Judicial estima que la juez de Barcelona que advirtió a los Mossos d´Escuadra de su cargo para librarse de un test de alcoholemia, en el que dio positivo, podría haber incurrido en una falta leve y ha remitido esta causa al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).

En el caso de faltas leves (posible desatención desconsideración hacia los Mossos) es el Tribunal Superior el competente para imponer la sanción, que, según la LOPJ, puede ir desde la advertencia o multa de hasta 300 euros o ambas.

El CGPJ acordó investigar este caso de la titular del juzgado de Instrucción número 9 de Barcelona, M.S.L.M., el pasado 24 de noviembre. La jueza finalmente se sometió al test y arrojó un resultado de 0,48, casi el doble del máximo permitido.

El incidente sucedió el 9 de octubre del año pasado cuando la jueza intentó saltarse un control de alcoholemia en la carretera C-16 a su paso por Sant Cugat del Vallés (Barcelona), avisando a los Mossos de su cargo y advirtiéndoles de que los esperaba cuando pasaran por su juzgado.

En su comunicación, la policía autonómica catalana informó a la presidenta del TSJC, María Eugenia Alegret, de que habían multado a la jueza por conducir bebida --sanción que ya ha sido abonada--, así como de su actitud.