Las autoridades sanitarias de la ciudad de Udine (en el norte de Italia) han accedido a la petición presentada por la familia de Eluana Englaro, la mujer de 37 años que permanece en coma desde 1992, para que la paciente ingrese en uno de los hospitales de su competencia a fin de que le sea desconectada la sonda que la mantiene con vida.

Así lo manifestó ayer Luciano Cattivelose, el subdirector general de la residencia sanitaria La Quiete, un centro de titularidad municipal que, según han informado medios locales, se ha mostrado dispuesto a interrumpir la alimentación e hidratación de Eluana. "Una unidad de valoración ha expresado su opinión positiva a la petición de ingreso en uno de los hospitales del distrito, entre los que se encuentra La Quiete", admitió Cattivelose, quien agregó que el centro está todavía estudiando si la desconexión de la paciente se puede llevar a cabo "en el respeto a la legitimidad y la legalidad". En caso de confirmarse la aceptación por parte del hospital, el ingreso se produciría el fin de semana, pero aún serían necesarios unos días para preparar el material y organizar el equipo médico, según explicó el directivo del centro.

El pasado lunes, el Tribunal Administrativo de Lombardía acordó dejar sin efecto una circular de las autoridades de esta región italiana que prohibía a los centros médicos público y privados retirar la alimentación asistida a cualquiera de sus pacientes. El tribunal atendía de este modo el recurso presentado por Giuseppe Englaro, padre de Eluana, contra la orden emitida el pasado 3 de septiembre. El fallo supuso un nuevo apoyo de la judicatura a la causa de la familia Englaro, que lleva años batallando.