El infortunio de unos se convirtió en la oportunidad de otros, ayer, en Melilla. Unos 65 inmigrantes trataron de entrar en territorio español aprovechando los daños causados en la valla fronteriza por las fuertes lluvias caídas el fin de semana, unas precipitaciones que han sumido a la ciudad autónoma en el caos. Los subsaharianos trataron primero de cruzar a la carrera el puesto de Beni Enzar, pero al no conseguir su objetivo aprovecharon que, en una zona muy próxima, las compuertas de la valla se encontraban abiertas para burlar la vigilancia. Al menos 45 sin papeles lo lograron y se dispersaron rápidamente, lo que obligó a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a poner en marcha un dispositivo que permitió localizar a una treintena.

El número de inmigrantes interceptados a lo largo del día tras el intento de entrada se eleva a treinta, después de que hayan continuado las localizaciones en distintos barrios de la ciudad. Según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno, el número se fue incrementando a lo largo de la jornada, después del dispositivo de búsqueda puesto en marcha por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

AYUDAS Por otra parte, el Gobierno anunció ayer que llevará al próximo Consejo de Ministros la aprobación de una serie de ayudas a Melilla destinadas a paliar los daños ocasionados por las lluvias registradas en la ciudad autónoma. Así lo aseguró a los periodistas la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, quien viajó ayer a Melilla para comprobar de primera mano cuáles han sido los efectos dejados por el temporal.