El consumo de cocaína se ha multiplicado por cuatro desde el 2000, pero además seguirá creciendo en los próximos años, aunque "no tan exponencialmente como hasta ahora", según el presidente nacional de Proyecto Hombre, Jesús Hernández. "El dato positivo" es que, en ese mismo periodo, la demanda de tratamientos de desintoxicación de la cocaína también "ha crecido mucho" porque la sociedad empieza a tener "percepción de riesgo" sobre esta droga que hasta hace poco "gozaba de mucho éxito social", según el director general de comunicación de esta ONG, Lino Salas.

Lino y Hernández han hecho estas advertencias en la presentación del informe del "Perfil psicosocial de los usuarios de cocaína", difundido hoy con motivo del Día Mundial contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas, que se celebra el próximo 26 de junio. El informe pone de manifiesto que la droga (legal) más consumida sigue siendo el alcohol, seguida del cannabis (ilegal) y la cocaína (ilegal), que en la última década se ha disparado. Este aumento del consumo se refleja en los tratamientos de desintoxicación de Proyecto Hombre que, en 2000 atendió a 767 personas, a 1.170 en el 2001, 1.531 en 2002, 1.832 en 2003, 2.694 en 2004, 3.120 en 2005, 3.366 en 2006 y 3.427 en 2007.

Según el informe, realizado sobre una muestra de 417 personas en tratamiento, nueve de cada diez adictos eran varones. bCasi la mitad de los que están en tratamiento consumía todos los días, otro 45 por ciento no tenía un patrón fijo de consumo y un 9 por ciento era "consumidor de fin de semana". La edad media de estos drogodependientes es de 31 años y medio, ya que el 76 por ciento de las personas que están en tratamiento de desintoxicación en Proyecto Hombre tienen entre 18 y 35 años. El 52 por ciento están solteros, el 32,7 por ciento tiene pareja o está casado, y el 12 por ciento está separado o divorciado.

La mitad de los adictos vive con sus padres

En cuanto al estado de convivencia, el informe refleja que la mitad de estos adictos vive con sus padres y otro 42 por ciento con su pareja (el 16,5 por ciento sólo con su mujer y el 25 por ciento con su cónyuge y sus hijos). El presidente nacional de Proyecto Hombre ha explicado que "lo más peligroso de esta adicción" es su "transversalidad", ya que, los consumidores de cocaína no están en la marginalidad, sino que son personas que compaginan perfectamente su adicción con una actividad laboral o educativa y una vida social aparentemente "integrada".

De hecho, según el informe, casi la mitad de los adictos a la coca tienen, al menos, los estudios obligatorios; el 27 por ciento ha acabado COU o bachiller y el 7,5 por ciento es universitario. Nueve de cada diez adictos tenía trabajo; el 29 por ciento temporal, el 35 por ciento indefinido, el 22 por ciento como autónomo, y sólo el 11 por ciento estaba en paro. El presidente nacional de Proyecto Hombre ha subrayado su preocupación por el creciente éxito de esta droga que llega a todos los estratos sociales gracias a su accesibilidad y su escasa mala prensa, fundamentalmente. No obstante, el director de comunicación de esta ONG ha destacado que cada año crece el número de personas que acuden a Proyecto Hombre para someterse a un programa de desintoxicación.