La cámara oculta instalada en la sala de registros de la comisaría de Las Corts lo grabó todo: una patada de kárate en el pecho y cuatro mossos dando una paliza a Rubén Pérez Marcos, que horas antes había sido detenido. La Fiscalía de Barcelona ha presentado en el juzgado su escrito de acusación, en el que reclama para cada uno de los cuatro agentes --uno de ellos, cabo-- cinco años y nueve meses de prisión, inhabilitación y 1.200 euros de multa por un presunto delito contra la integridad moral, otro de falsedad (se inventaron un atestado) y una falta de lesiones.

La Dirección General de la Policia acordó en abril del 2007 suspender de empleo y sueldo a los cuatros agentes implicados en la agresión, así como a una mossa que durante otra detención abofeteó a una joven rusa. Sin embargo, los cinco policías se hallan ahora en activo, ya que fueron restituidos en sus puestos meses después de ser apartados. Ahora, les ha llegado a cuatro la acusación de la Fiscalía de Barcelona, una de las más duras que se han hecho contra agentes de la policía autonómica y que comportaría, en el supuesto de que fueran condenados de arreglo a esta acusación pública, su ingreso en un centro penitenciario.

Los hechos sucedieron e l 31 de marzo del 2007, cuando sobre las 6.30 horas, una patrulla de los Mossos d´Esquadra fue llamada al cruce de las calles Avila y Tánger.