En España, uno de cada diez nuevos casos diagnosticados con párkinson tiene menos de 50 años. Entre los factores más desconocidos de dicha enfermedad destacan los psicológicos, aún más frecuentes en personas jóvenes, entre los que destacan la depresión, que se da entre el 45% al 80% de los casos; y los trastornos sexuales que afectan al 65% de las personas que padecen la enfermedad. Además, también pueden presentarse otros trastornos como brotes psicóticos, crisis de ansiedad, problemas de comportamiento o déficits cognitivos. Estos aspectos y otros muchos más de la enfermedad son tratados en los dos primeros volúmenes de la Biblioteca Párkinson.

La enfermedad de Párkinson es un mosaico de síntomas que afectan tanto al enfermo como a su entorno familiar y social. En este sentido, lo habitual es encontrar muchos libros y folletos donde se describe la enfermedad en los que se dice que el párkinson consiste básicamente en una serie de síntomas motores como el temblor, lentitud, rigidez y pérdida de postura.

Sin embargo, también existen síntomas menos conocidos y que son, en su gran mayoría, de corte psicológico y cognitivo y no tanto físicos, que afectan casi tanto como la fisiológicos y en algunos casos más, principalmente en los casos más tempranos y en los más severos, como son:

La depresión, es el trastorno emocional más común en la enfermedad de Párkinson, con una prevalencia que va desde un 45% a un 80%, desde padecer una depresión mayor a síntomas depresivos parciales o incompletos y existe mayor prevalencia entre las mujeres que entre los varones.

Se estima que en España hay más de 100.000 personas afectadas de párkinson, tanto hombres como mujeres, y su gran incidencia la convierte en la segunda enfermedad neurológica por número de afectados. De ellos, el 70% de las personas diagnosticadas supera los 65 años de edad, pero el 30% de los diagnosticados es menor de 65 años.