El joven rumano de 30 años que el viernes se prendió fuego a lo bonzo en una céntrica calle de la capital fue evacuado ayer hasta el centro hospitalario Virgen del Rocío de Sevilla para su ingreso en la Unidad de Quemados debido a la "extrema gravedad" de las lesiones que afectan al 90 por ciento de su superficie corporal. Fuentes sanitarias confirmaron que el traslado desde el complejo de Torrecárdenas, en Almería, se realizó de madrugada después de un arduo trabajo por parte de los facultativos de la UCI Polivalente, que lograron estabilizar sus constantes vitales.

El suceso se produjo pasadas las 16.00 horas en la confluencia entre la calle Granada y la avenida Vilches de la capital, muy transitada y con una importante comunidad residente de nacionalidad rumana. Cuando los efectivos de emergencias llegaron al lugar de los hechos, según el testimonio de los bomberos, el joven permanecía postrado "en la acera, con los ojos abiertos" después de que varios ciudadanos hubiesen conseguido apagar las llamas con agua y, después, envolviéndolo en una manta.