La consejera andaluza de Salud, María Jesús Montero, apoyó ayer a la joven de 17 años de Camas (Sevilla) que ha pedido autorización judicial para dar parte de su hígado y salvar con este trasplante la vida de su bebé, una donación que la ley prohíbe al tratarse de una menor de edad. Montero dijo, a preguntas de los periodistas, que acatará lo que dictamine la Justicia, aunque ha señalado que si esta joven "está en condiciones de poder ejercer como madre" también lo está "para donar parte de su hígado y poder salvar la vida de su hija". La consejera ha recordado que la ley prohíbe a los menores de edad donar órganos para protegerles de posibles abusos, pero ha advertido de que el caso de Rocío es "tan singular" que debe ser tenido en cuenta. Ha sugerido que el juez consulte al Comité de Etica de Andalucía, "que podría dar su opinión" respecto a esta controversia.