El oso Knut se hizo definitivamente famoso cuando el respetado Frank Albrecht, un afamado activista que lucha desde hace años por los derechos de los animales en Alemania, declaró al Der Spiegel que había que matarlo. Knut era el primer oso polar que nacía en un zoológico alemán desde los años 80, y en la época en que el Spiegel entrevistó a Albrecht, poco más que una bola blanca y peluda con ojos. Una bola, además, graciosa, el paradigma de lo mono. Pero había que matarlo. De una inyección, para ahorrarle dolor.

"El zoo tiene que matar a ese osezno. Knut sufrirá problemas de comportamiento durante el resto de su vida", señaló Albrecht. La cría había nacido a principios de diciembre sobreponiéndose a un parto difícil que su hermano gemelo no había conseguido superar, y unas horas más tarde se había convertido en un paria: su madre, al igual que muchas osas en circunstancias parecidas, le había repudiado. Las leyes de la naturaleza habían condenado al oso primoroso a morir, y probablemente ahora estaría muerto si no hubiera aparecido el cuidador Thomas Dorflein.

FOTOS DE ANNIE LEIBOVITZ Dorflein, empleado del zoológico de Berlín, decidió hacerse cargo del oso Knut . Un día de mediados de diciembre se despidió de su esposa, dejó su casa y se instaló con el animal en una diminuta habitación del zoo. Le compró una cesta para que durmiera y un oso gigante de peluche para que no se sintiera extraño. Dorflein se propuso salvar al osito.

"La crianza por parte de un ser humano no solo va en contra de la naturaleza, sino que contraviene la ley alemana de protección animal", dijo Albrecht. Sus declaraciones no solo fueron respaldadas de inmediato por varias protectoras de animales sino que convirtieron al bueno de Knut en una celebridad. Un oso monísimo lucha por sobrevivir. Millones de personas empezaron a seguir por internet los avatares del osezno. Hasta Annie Leibovitz, la fotógrafa, se apareció un día por el zoo y le hizo unas fotos para una campaña de protección del medio ambiente.

Tanta simpatía no podía sino salvar la vida del oso Knut . Finalmente, el zoo de Berlín decidió dejarle vivir y ayer, superadas las semanas críticas, el oso más famoso de Alemania se presentó en sociedad.