Siempre que nieva, Castilla y León se suele llevar la peor parte. Ayer volvió a suceder y los más sufridos fueron los camioneros. En total, unos 1.500 vehículos pesados quedaron atrapados en los arcenes de las autovías de Burgos y en las áreas de descanso de la provincia.

En toda la comunidad, más de 4.700 niños no pudieron ir a clase debido a la acumulación de nieve en las vías. Los operarios también tuvieron que cortar la AP-1 en Monasterio de Rodilla (Burgos) en ambos sentidos. De los tres puertos de la red nacional cerrados, dos pertenecen a Burgos (La Brújula y Carrales), y el tercero, a Navarra (Urquiaga). Las cosas tampoco fueron fáciles para los que optaron por el tren. Debido a la nieve y al hielo acumulados en las vías, Renfe se vio obligada a suspender los trayectos de media distancia entre Miranda de Ebro y Burgos, Vitoria y Alsasua, y Alsasua y Castejón.

SEIS COMUNIDADES Pero Castilla y León no fue la única comunidad en alerta por el mal tiempo. La Dirección General de Protección Civil avisó asimismo a Asturias, Cantabria, Navarra, Euskadi y La Rioja. En total, Fomento utilizó en las comunidades afectadas 348 máquinas quitanieves, casi 3.000 toneladas de sal y 300.000 litros de salmuera. Además de los tres puertos de la red nacional, otros 20 de la secundaria fueron cortados, mientras que en 44 era necesario el uso de cadenas.

Los bomberos de la capital cántabra, donde cayó una impresionante granizada a primera hora de la mañana, realizaron numerosas salidas debido a las inundaciones que se registraron. En Castro Urdiales, la increíble fuerza del viento motivó que las olas rompieran un cable de acero de cinco centímetros de grosor del varadero. Las olas también arrastraron varios vehículos por las calles del centro del municipio, cuya conexión con el barrio de Cotolino quedó inutilizada debido a que el viento inundó de arena la carretera. Euskadi también recibió el azote del temporal. El centro meteorológico anunció rachas de viento de 150 kilómetros por hora y la cota de nieve se situó en los 300 metros.

EN EUROPA España no es el único país europeo en tener una atípica y fría entrada en la primavera. En el norte de Italia, las bajas temperaturas propiciaron nevadas incluso a nivel del mar, con una inusual estampa de copos de nieve cayendo sobre Venecia. Sin embargo, la Toscana se está llevando la peor parte de esta ola de frío, quedando ayer colapsados numerosos servicios y obligando a cerrar algunas carreteras. También en el Norte de Portugal la situación se ha complicado por las bajas temperaturas y la presencia de nieve a muy baja cota.