Madrid. Anesvad ha realizado campañas contra la explotación sexual infantil y la lepra (en el centro), con técnicas más propias de una empresa privada que compite por liderar un sector. El sensacionalismo de sus campañas apuntaba más a una interesada búsqueda de impacto que a un fin educativo. Esa desmedida agresividad generó cierta prevención en otros colectivos.