Empezó en el porno a los 21 años y en dos y medio se convirtió en una estrella del cine X. Ahora, Celia Blanco quiere eliminar esa X y dedicarse al cine convencional. A pesar de los "batacazos", asegura que su época de pornostar le ha servido de aprendizaje y ha fortalecido su carácter: "Yo era demasiado sensible y el porno me ha hecho más fuerte", dijo ayer en el Hotel Le Meridien.
La actriz convocó a la prensa en una suite para dar la noticia y promocionar su último trabajo: una sesión para la revista Playboy , de la que será portada en el próximo número. La revista ha aprovechado su paso al cine sin X para hacer un reportaje donde la actriz emula escenas de clásicos como Desayuno con diamantes y Psicosis , pero ligera de ropa.
Hace cuatro años que Blanco pensaba en dejar el mundo del cine porno. "Ya no me aporta nada y tampoco tiene ningún sentido", afirmó. Desde entonces, ha estado vinculada a festivales eróticos, a los que ha prestado su imagen. Ahora quiere deshacerse de eso y se ha matriculado en clases de teatro, cine y danza contemporánea.
Blanco es consciente de que haber trabajado en el porno puede cerrarle puertas. Insiste en que es más normal de lo que parece, que una cosa es el personaje y otra la persona. Y ese personaje le ha ayudado a darse a conocer, a trabajar en la tele, a escribir en revistas de sexo. Y es que, escribir es su otra pasión. Lleva su ordenador portátil a todas partes y está actualmente escribiendo una novela.