Expertos de varios países alertaron ayer, a través de varios artículos publicados en la revista Science , de que la gran variabilidad del virus de la gripe aviaria y su resistencia pueden ser grandes obstáculos en la lucha para impedir una pandemia desatada por su mutación y propagación entre humanos.

La gripe aviaria, según los últimos datos de la OMS, ha afectado a 196 personas desde su reaparición en el 2003. De ellas, 110 han muerto, lo que hace creer a los expertos que la pandemia podría ser inevitable. La última víctima falleció ayer en Indonesia. Un equipo de la organización internacional llegará hoy a Sudán para investigar el primer posible caso humano en este país. El coordinador de la ONU para la gripe aviaria, David Nabarro, advirtió de que esta enfermedad se ha extendido más rápido en los últimos tres meses que en los dos años y medio anteriores.

Según Derek Smith, del departamento de zoología de la universidad de Cambridge (Reino Unido), es probable que, como consecuencia de su variabilidad, el virus que cause la pandemia sea diferente a los detectados hasta ahora en pájaros y aves de corral y, ocasionalmente, en seres humanos. El experto subrayó que el virus tiene una capacidad aparentemente infinita de cambiar, cruzar las barreras de las especies y adaptarse a nuevos huéspedes.

Smith pronosticó que el virus adaptado a los seres humanos "como resultado de una mutación o de una combinación de mutación y adaptación a otro virus humano", debería propagarse entre las personas y mostrar diferencias en comparación con otras cepas aviarias.

RESISTENCIAS El otro problema de la gripe aviaria es la resistencia que podría adquirir el virus a los agentes antivirales que se utilicen como primera línea de defensa contra la pandemia, según adviertieron Roland Regoes y Sebastian Bonhoffer, del Instituto de Biología Integral de Zurich (Suiza). Hasta ahora, los dos fármacos utilizados como agentes antivirales son los inhibidores Tamiflu y Relenza.

Los expertos consideran que estos agentes antivirales desempeñarán una importante función como primera línea de defensa si llega la pandemia, pero advierten de que el uso de fármacos a gran escala hará necesaria una selección ante la evolución de cepas resistentes.