Los toxicólogos y psiquiatras españoles dedicados a las drogodependencias son partidarios, de forma mayoritaria, de que la heroína sea legalizada bajo estricto control médico para ser utilizada como medicamento, asegura el doctor Miguel Casas Brugué, responsable del área de Psiquiatría en el Hospital de Vall d´Hebron, de Barcelona. Esa medida, añade, permitiría tratar con seguridad y rigor sanitario a ese 20% de adictos a la heroína que no se adaptan a la metadona, el único fármaco que suple al opiáceo ilegal, y reinciden en el consumo hasta destruir por completo su existencia.

"Hace más de 20 años que los médicos estamos convencidos de que ese 20% de adictos a la heroína que no responden bien con ningún plan de deshabituación son enfermos, y no enfermos de la voluntad, como se les etiqueta, sino del cerebro", explica Casas. "No son viciosos --sostiene--, sino que sufren una disfunción del sistema cerebral, posiblemente previa a su adicción, para la que no tenemos más tratamiento que la propia heroína". "Pero no se la damos --añade-- y ellos la consiguen adulterada y carísima".

UTILIZACION MORAL Algunos acuden a las salas de venopunción con la droga y se la inyectan en presencia de los sanitarios. La situación, no obstante, es descrita como "delicada" por quienes atienden esos servicios, ya que deben supervisar la administración de una sustancia de la que desconocen su grado de adulteración.

La posición que Casas hace pública, expuesta esta semana en la Fundación Vila Casas, es compartida por un amplio sector de expertos en drogas. "Si esa demanda no se expresa abiertamente es por la utilización moral y política que sufren las drogodependencias --asegura el responsable de toxicomanías en un gran hospital de Madrid--. Entre los médicos, el tema está muy claro".

Otra razón que apoya esta petición, añade Casas, es la seguridad con que se administraría la heroína. "La que se vende en la calle tiene una pureza inferior al 15% --asegura el psiquiatra--. La que daría el médico sería pura, con lo que se acabaría con las muertes por sobredosis. Ahora, nadie sabe el grado de concentración de la heroína que se inyecta. Es un factor que manejan los traficantes para estimular el mercado".

En Andalucía, la Junta ya se mostró partidaria hace un año de que el Ministerio de Sanidad autorizara el tratamiento con heroína para toxicómanos con dificultad de reinserción, tras el resultado "absolutamente positivo" del ensayo desarrollado en la comunidad autónoma. El programa experimental se aplicó durante 15 meses a 62 toxicómanos que habían fracasado en anteriores terapias.

Este ensayo de dispensación de diacetilmorfina (heroína) se desarrolló en el hospital Virgen de las Nieves, en Granada, de agosto del 2003 a noviembre del 2004, en un colectivo de 62 toxicómanos seleccionados, de los que 44 lograron terminar el tratamiento completo. De éstos, uno alcanzó la abstinencia absoluta de su drogadicción, 32 reaccionaron favorablemente y los 11 restantes fracasaron.