Los equipos de control y limpieza recogieron ayer prácticamente todo el alquitrán detectado el jueves frente en las costas catalanas, pero los residuos más líquidos, manchas muy dispersas de aspecto oleoso, aún eran visibles en una amplia área que avanzaba hacia el sur por la provincia de Tarragona. Varias playas amanecieron nuevamente con algunas galletas de chapapote, aunque sólo en Sitges puede hablarse de una cantidad considerable: 200 kilos en dos días.

AVES PETROLEADAS También fueron localizadas tres nuevas aves petroleadas, con lo que el balance total se eleva a 23. El Centro de Emergencias mantuvo el aviso de alerta en los municipios costeros, pero insistió en que no puede hablarse de problemas para el baño o de afectación pesquera, ni siquiera en las playas donde se ha recogido chapapote. Las galletas encontradas tienen entre 3 y 20 centímetros de diámetro y uno de grosor. Los ayuntamientos se afanaron en recogerlas y por la tarde era muy difícil encontrar alguna. Capitanía Marítima sigue investigando el origen del vertido, aunque tanto el Ministerio de Fomento como el Departamento de Medio Ambiente consideran que fue posiblemente una limpieza de sentinas. Según los ecologistas, "quizá sólo ha llegado una parte del petróleo porque el vertido pudo suceder lejos de la costa".