El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Torrelavega (Cantabria) ha retirado a una vecina de Lérida la custodia de sus dos hijos, porque, a su entender, el traslado de los menores a Cataluña podría "causarles ciertas perturbaciones", al tratarse de una comunidad autónoma "en la que existen importantes diferencias de orden cultural con respecto a Cantabria, especialmente en materia lingüística".

En un auto de medidas provisionales dictado el pasado 19 de septiembre, el magistrado Pablo Fernández de la Vega considera que, si los niños se van a vivir a Lérida con su madre, podrían tener problemas "en el aprendizaje del catalán, que no debemos olvidar es el utilizado primordialmente en los centros educativos de Cataluña, y que es preferible evitar".

PRESENTAR RECURSO Con estos argumentos, el juez dejó a Elka Pernía sin la guardia y custodia de sus hijos, una niña de 8 años y un niño de 13. Los menores habían convivido con ella en Torrelavega después de que se separase de su esposo, pero hace un año la mujer decidió trasladarse a Lérida, donde reside con su nueva pareja sentimental. Los menores se quedaron con los abuelos maternos, ya que el padre "trabaja en la construcción y está viajando todo el tiempo", explicó ayer Elka.

"A lo largo de estos meses, los niños han venido varias veces a verme y en ningún momento me dieron a entender que se sintieran discriminados por no hablar catalán", relató ayer la madre, de 33 años, que aseguró que ella no ha tenido ningún problema para comprender la lengua. De hecho, la madre está convencida de que sus hijos "hubieran sabido adaptarse perfectamente a Lérida, donde ya han empezado a hacer, durante sus visitas, algunos amigos".

Los dos menores han manifestado su voluntad de no abandonar Torrelavega. La mujer ha anunciado que piensa recurrir contra el fallo ante la Audiencia Provincial de Santander.

LA SOSPECHA Elka Pernía sospecha que la argumentación del juez esconde un prejuicio homófobo. Elka no tiene reparo en reconocer que es lesbiana. Vive desde hace un año con una leridana. "El juez se delata cuando dice que el ambiente familiar en el que vivirían los niños, si se quedaran con su padre, es bueno".