La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó ayer que el origen del brote de la epidemia de la gripe del pollo tuvo lugar en abril del año pasado, mucho antes de lo que se pensaba. Su portavoz, Maria Cheng, reveló que la organización recibió hace dos semanas unas muestras que datan de esa fecha. Las primeras pruebas, según la OMS, indican que son portadoras del H5N1, el virus que ya ha causado la muerte de 10 personas en Asia.

La portavoz de la organización internacional matizó que es posible que las muestras no contengan la misma variante del actual brote, aunque "parece similar". En cualquier caso, según Cheng, lo importante es que el virus ha estado en circulación demasiado tiempo y ha tenido muchas posibilidades de propagarse, lo que ha levantado la preocupación de la comunidad científica.

La OMS, que recomienda el sacrificio de animales como la mejor manera de contener el virus, no se atreve a precisar de qué país son originarias las muestras. Cheng recalcó que no hay indicios de que provengan de China. "Es una acusación sin fundamento. Disponemos de un estricto sistema de vigilancia", declaró indignado el viceministro de Agricultura chino, Qui Jingfa, ante las insinuaciones aparecidas ayer en una revista.

China confirmó ayer que, al igual que otros países, está procediendo a una matanza indiscriminada de aves de corral para tratar de frenar la epidemia. A esta práctica se ha unido Indonesia. Representantes de los 10 países asiáticos afectados por la epidemia se comprometieron ayer en Bangkok a intensificar sus esfuerzos.

Un científico de Hong Kong mostró ayer su preocupación por la excesiva cantidad de patos que están siendo afectados por la enfermedad, lo que podría indicar que el virus ha adquirido mayor virulencia. "El tipo H5 es menos peligroso para estas aves, pero la elevada mortandad de patos indica que esta cepa se está volviendo más mortífera", aseguró Leo Poon.