¿Cuál es la filosofía del nuevo plan de seguridad vial?

--Intentar una mayor seguridad a través de un endurecimiento de las penas a los infractores.

¿Qué aspectos deben tener más presentes los conductores?

--Estas medidas, que siempre parecen tan coercitivas y tan duras, están encaminadas a muy pocos conductores, que son los que producen la mayor inseguridad. La mayoría de los conductores no tienen por qué preocuparse.

¿No es demasiado castigo revocar la licencia para siempre a los conductores de ciclomotores que cometan una falta muy grave?

--La licencia de ciclomotor se da como en una especie de régimen de confianza, con poca exigencia. Al que defrauda esa confianza se le quita. Se intenta que los chicos se tomen más en serio la conducción y sepan que tienen que examinarse para obtener el permiso de conducción si cometen una barbaridad.

¿Por qué se toman ahora las medidas si no ha crecido la siniestralidad como en otros años?

--Hoy tenemos seis víctimas mortales menos que en la misma fecha del año pasado. Pero en los meses de julio y agosto aumentaron un 4%. El Gobierno nos ha pedido que preparáramos medidas para reaccionar ante esa accidentalidad.

¿Cuáles serán las primeras medidas en ser aplicadas?

--Las que supongan sólo la modificación de la ley de seguridad vial, que se pondrán incluir dentro de la ley de acompañamiento. El proyecto debe pasar al Consejo Superior de Tráfico, que se reunirá en noviembre. Es posible que algunas medidas empiecen a entrar en vigor a principios del 2004.

¿Esta reforma deja menos margen de discrecionalidad a los jueces a la hora de sancionar?

--Está por ver cómo llega la reforma al Código Penal. Es posible que sí reduzca la discrecionalidad en cuestiones que a veces resultan tan controvertidas como los positivos en controles de alcoholemia.

¿Las infracciones por velocidad deben precisarse más?

--El ministro del Interior ha preferido que, de momento, no concretáramos mucho la cuestión penal porque se debe negociar con los diputados.