El perol de la actualidad debe hervir el tiempo justo, esto es; el que manda la noticia, y luego en el reposo radica, sin género de dudas, tal vez el verdadero éxito de su labor constante. Es por esa razón por la que este perol de hoy así se intitula, y así sabe a lo que sabe, a dos grandes protagonistas de la semana, nivel España... Si me apuran ustedes, incluso a nivel Europa, quizá, mundo.

Miren si no: De un lado, el cardenal de Baena, don Julián Herranz, que iba para médico de cuerpos y abandonó para ser médico de almas. De otro lado, Carmen, la cigarrera, las tres ces del cine, aparte Córdoba, en todos los carteles de este viejo país aún llamado España.

Carmen generosa, mostrando el tesoro redondo de sus senos por todas las esquinas, de forma sorprendente y unánime, rotunda, maravillosa, no sabía uno que la hermosa hija del torero, Paz, guardara dentro esa fruta cálida, carne de guerra, perdonen pero es la vejez, de su escote. Bendita sea. "Que lo que se han de comer los gusanos se lo coman los cristianos". Será la líbido de otoño, que tengo que consultar a mi amigo el psquiatra, que ya saben ustedes lo que dice Carmen Posadas: "En la vida de una mujer, el primer hombre es el padre, después el novio, luego el marido, finalmente el psicoterapeuta, y por fin el psiquiatra". Se puede hacer, cambiando las fichas, también, útil para el hombre.

Carmen , estreno discutido e indiscutible en Córdoba. Servidor no pudo estar presente, así se lo hice saber a nuestra Rosa, la alcaldesa, porque a esa misma hora tenía el cronista que estar en el concierto, invitación especial en el Pardo, que ofrecían el presidente de Polonia y su esposa a los reyes de España y amigos en general.

Yo venía de Varsovia, de entrevistar a la primera dama y siempre es hermoso escuchar la polonesa en la cercanía de la bella esposa polaca del presidente, tan buen amigo de España en tantas cosas.

Así que el cardenal, con su frente de labrador del aceite, del que vengo diciendo estos días en todos los medios, que podría ser, si uno sabe leer entre las líneas mágicas del Nostradamus, "ese papa del olivo". En cualquier caso, alegría al saber que Luis, alcalde de Baena, siempre tan atento a las cosas que son buenas para su ciudad le ha invitado a visitar Baena, y que él ha prometido acercarse en su momento cuando sus obligaciones vaticanas se lo permitan. Baena en vena, que recibo el mismo día el Cancionero , con una hermosa entrevista a esa bellísima diputada del turismo y desarrollo rural de la Diputación de Córdoba, Ana María Romero, que el otro día con las prisas y la emoción de la embajada en La Arruzafa di su cargo, pero no su nombre y su apellido, que conste en acta. Y en el mismo número, un articulazo de nuestro Manuel Piedrahita, Entre ramones y aceitunas verdes .

Y la Carmen , que habla en voz alta y don Vicente Aranda, que desde aquí pregono después de ver la película, que ha hecho una muy buena historia, visual, de carga dramática preciosa y precisa, con Córdoba dentro, alrededor y al fondo. Enhorabuena Córdoba por ser la primera, que el que no corre vuela.

La púrpura y el percal, las dos verdades. El príncipe de la Iglesia y la nena del barrio que no se resiste a tomar lo que es suyo. Buenos los anuncios de Andalucía con la agricultura ecológica, de la Junta. En Andalucía somos muy ecológicos, lo sabe todo el mundo, okologische produckte aus andalusíes super . ¡Quién me iba a decir a mí que iba a terminar hablando alemán. Y en la revista A mano , la memoria de Priego de Córdoba, y mi olivillo creciendo, con las primeras lluvias, en lo que fue el jardín de la casa de don Niceto Alcalá Zamora. Todas las mañanas le saludo desde mi balcón. Y recuerdo, a Carmen, cuando pregunta, pecadora: "¿Sabes cuántos lunares tengo en mi cuerpo?" Los que tengas niña, pero además, ese lunar que no se quita nunca, gloria bendita ya, que se llama Córdoba. Ah, y que me traje algo también de recuerdo de la noche de la presentación de credenciales que no pienso devolver. La llave del cuarto 325 del hotel Occidental, donde vi como amanecía la ciudad bajo la niebla del río, mientras se iba a la cama la cigarrera, liando el cigarro de su pasión, y se levantaba a esa hora, en Roma, el nuevo príncipe de la Iglesia, encendiendo el fuego de su oración. Córdoba como una vela encendida por los dos extremos, como es mi vida, mi propia vida.