El Plan Director de Riberas de Andalucía, primer estudio a nivel nacional sobre estos ecosistemas fluviales emprendido por la Consejería de Medio Ambiente, ha desvelado que de los 45.836 kilómetros de riberas de esta comunidad, la mitad se encuentran en "buen estado". En rueda de prensa, la consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, recordó que este estudio se asienta en la premisa de la importancia de estos ecosistemas que, al igual que los humedales, no recibieron la atención que requerían de las administraciones ambientales, cuando son "focos calientes" de biodiversidad.

El estudio comprende un análisis hídrico --ríos permanentes, temporales o esporádicos--, un examen del régimen hidrológico, en el que se determinan los tipos de cauce --tranquilos, rápidos, torrenciales y torrentes--, y las causas de degradación más importantes, que son consecuencia de la acción humana.

En función de estos parámetros, el plan determina que un 40 por ciento de las riberas andaluzas está en estado "natural o bueno", el 20 por ciento tiene un estado "aceptable" y el 31 por ciento tiene un estado "malo o pésimo", que son riberas afectados por vertidos, prácticas agrícolas o proximidad a núcleos urbanos.

De acuerdo con estas conclusiones, Coves determinó que sólo el 51 por cien de las riberas requieren tareas de conservación y el resto necesitaría intervención medioambiental, donde la actuación de la administración debe ser "inmediata" en el 19 por ciento de los casos.