Los alimentos que anuncien beneficios para la salud, como la reducción del colesterol, los triglicéridos y la obesidad, deberán demostrarlo con criterios científicos. La ministra de Sanidad, Ana Pastor, anunció ayer que España regulará su etiquetado, incluso antes que la UE, para poner orden en estos productos que actualmente inundan el mercado.

Pastor, que presidió una reunión de agencias europeas de seguridad alimentaria, insistió en que estos alimentos "funcionales" o "nutracéuticos" que anuncian efectos terapéuticos, serán evaluados con la seguridad, la eficacia y la calidad, de forma similar a los medicamentos.

"El objetivo es evitar fraudes y que los consumidores tengan toda la información necesaria, de forma clara, sobre sus verdaderas propiedades nutritivas a la hora de elegir la mejor dieta y la más equilibrada", abundó Pastor.

A la cabeza de estos productos, que casi están transformando los supermercados en farmacias, figuran los cereales con ácido fólico para desayunar, frutas y verduras con fibra y suplementos dietéticos con calcio. La futura normativa de la UE exigirá a las empresas comercializadoras que un grupo de expertos certifique previamente los beneficios que anuncian.

Entre los criterios para proteger a los consumidores se deberá establecer una relación precisa entre el contenido del alimento y una enfermedad o un beneficio para la salud. También deberá existir un consenso científico sobre los efectos del producto y las administraciones se reservarán la capacidad para hacer revisiones y determinar qué reconocimientos científicos son aceptables.

RASTRO DE TRANSGENICOS

El director ejecutivo de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, Geoffrey Podger, advirtió de que el futuro etiquetado europeo avisará a partir del 2004 si cualquier ingrediente tiene más de un 0,9% de productos transgénicos. También será obligatorio un rastreo de estos organismos y microorganismos cuyo ADN es alterado artificialmente mediante la biotecnología moderna.