El torero Jaime Ostos (en la foto de la izquierda, con su esposa, la doctora Mariángeles Grajal) tendrá que reconocer la paternidad de Gisela, una niña de 11 años fruto de una relación con Aurora Díaz (a la derecha, con su hermano ) que él negaba insistentemente. Además, según la sentencia, Ostos tendrá que pagar una indemnización de 180.000 euros (30 millones de pesetas).

Para el veredicto no se han necesitado los resultados de las pruebas de ADN a las que se había sometido Gabriela, otra hija del torero, pese a la oposición paterna. El tribunal consideró que las pruebas aportadas eran suficientes para demostrar que la niña es hija de Ostos.