El Vaticano ordenó hace 40 años a los obispos católicos de todo el mundo que ocultaran los casos de abuso sexual cometidos por integrantes de la Iglesia. Según un documento de 1962 encontrado en los archivos de la Santa Sede, el entonces papa Juan XXIII impuso una política de estricto secreto en relación con los casos de abuso sexual cometidos por sacerdotes, así como la amenaza de excomunión a aquellos que lo denunciaran.

El documento, cuyo contenido fue divulgado ayer por el semanario británico The Observer , fue descubierto por un abogado norteamericano que afirma que su hallazgo pone al descubierto la política de "secretismo" del Vaticano frente a estos temas. Representantes de la Iglesia católica en el Reino Unido han reconocido la existencia del escrito, oficialmente denominado Crimine Solicitationies , pero han aclarado que en la actualidad está en desuso, ya que hay nuevas instrucciones internas en relación con los abusos sexuales.

El documento, redactado en latín y firmado por el Papa Juan XXIII, se centra, en principio, en la relación sexual entre un sacerdote y un miembro de su congregación. Sin embargo, en la medida en que se avanza en la lectura del texto se hallan instrucciones referidas a "las obscenidades perpetradas por un clérigo con un joven de cualquier sexo, o con animales". Los obispos de todo el mundo eran llamados a manejar estos casos de la manera "más secreta posible".