Una fiesta de estudiantes celebrada el sábado por la noche en Chicago (Illinois, EEUU) acabó en tragedia al hundirse el balcón del tercer piso del edificio en que se celebraba, con el resultado de 12 muertos y 45 heridos. "Era demasiada gente amontonada en el mismo lugar", explicó el comisario de bomberos, James Joyce.

La estructura de madera del edificio de tres pisos no pudo soportar el peso y el impacto del baile de los 50 jóvenes que, según calculó Joyce, abarrotaron el balcón, en el que también había barriles de cerveza. Al hundirse, aplastó también al segundo y primer piso, e incluso atrapó a algunos estudiantes en las escaleras del sótano. "Fue el caos, con gente llorando y gritando por todas partes", añadió el comisario de bomberos.

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Vecinos del barrio de Wrigleyville, en la zona norte de Chicago, que veían el edificio desde sus balcones, explicaron que normalmente estas estructuras de madera, en forma de porche, no pueden soportar el peso de más de 20 o 30 personas, un factor que no pasó por la cabeza de la multitud de jóvenes, la mayoría graduados del Instituto New Trier, que se reunieron para celebrar el final del curso. "De repente, vi que todas las cabezas se hundían", comentó estremecida Fina Cannon, vecina del barrio, que contempló el suceso desde la ventana de su cocina. "El suelo se abrió a sus pies y se hundieron todos al mismo tiempo", añadió.

De los 45 heridos rescatados, 10 se hallaban anoche en estado crítico, según explicó Cortez Trotter, director de Emergencias de Chicago, una ciudad aún estremecida por las 21 muertes registradas el pasado febrero, cuando la multitud que abarrotaba un club nocturno de la ciudad intentó salir en estampida a consecuencia de un incendio.