Rubén Simón Toledano, vigilante de seguridad de la discoteca Area Concor de Sant Quirze del Vallés (Barcelona), de 22 años, falleció ayer a causa de los daños cerebrales que sufrió en la madrugada del domingo al ser atropellado intencionadamente por un cliente que minutos antes había sido expulsado del local por participar en una pelea.

La Guardia Civil detuvo dos horas después a Bruno G. B., también de 22 años, que ayer ingresó en prisión acusado de homicidio. El presunto autor del atropello arrolló con su coche, un Honda Civic, a otras dos personas que sufrieron magulladuras.

"No lo vimos venir", explicó ayer David Rodríguez, uno de los atropellados y dueño de un Mercedes aparcado frente a la discoteca que el presunto homicida golpeó con un extintor antes de producirse el incidente. David notó "un golpe en la pierna" y vio caer el retrovisor del Honda. Entonces levantó la cabeza y observó cómo el coche "se llevaba a Rubén por delante". El vigilante, el único uniformado del local, "se dio en la cabeza con el parabrisas y salió despedido 15 metros rodando sobre la acera", añadió el testigo.

David Rodríguez aclaró que el agresor "debió de pensar que era el coche de uno de los jefes" y "quiso vengarse porque lo habían echado". Luis Teruel, responsable de Control y Servicios 92, empresa que había contratado a Rubén, confirmó que el presunto homicida había sido expulsado, pero "salió convencido".