El guardia civil gay que quería vivir junto a su novio en una casa cuartel en Mallorca se trasladará esta semana a su nuevo hogar. Tres meses después de haber solicitado una vivienda, Sebastián podrá trasladarse junto a Pedro, su novio, a la casa cuartel de Vilafranca, un municipio mallorquín del interior situado a 35 kilómetros de Palma. Sebastián está destinado en Vilafranca, pero tenía que desplazarse cada día desde Llucmajor, su actual lugar de residencia, para poder trabajar como agente.

"Estamos muy orgullosos de haber roto barreras y de que, gracias a nuestra lucha, ahora otros puedan disfrutar de esta medida", declaró el agente tras tener constancia de que la Guardia Civil le entregará esta misma semana las llaves de su nueva vivienda.

La Guardia Civil tuvo que cambiar su reglamento interno para dar luz verde a la convivencia de homosexuales en las casas cuartel. Hasta que Sebastián pidió formalmente una vivienda oficial, la Guardia Civil impedía que una pareja que no fuese heterosexual pudiese disfrutar de las ventajas de vivir en una casa cuartel. El director general del cuerpo, Santiago López Valdivielso, decidió cambiar el reglamento interno poco después de que Sebastián hiciese pública su reivindicación.

PAREJA DE HECHO

A pesar de estar inscritos en el registro de parejas de hecho, Sebastián y Pedro no tenían derecho a vivir en la casa cuartel de Vilafranca, un pequeño municipio donde el agente gay trabaja desde hace años. Sebastián presentó su solicitud cuando tuvo constancia de que en la casa cuartel de Vilafranca había viviendas vacías, que no eran utilizadas por sus compañeros y esposas.

Los compañeros de Sebastián conocían desde hace tiempo su orientación sexual, aunque la convivencia era buena. Sin embargo, Sebastián rechazaba cambiarse de ropa en el mismo vestuario que sus compañeros, quienes no dudaron en criticar públicamente al agente por hacer pública su reclamación antes de presentar una solicitud oficial ante la Comandancia de la Guardia Civil.

Se da la circunstancia de que Juan Manuel Perpinyá, dirigente de la Asociación Unificada de Guardias Civiles y principal promotor de la petición de Sebastián, también confesó su homosexualidad a la revista Zero .