Mueren 47 personas en el incendio de una discoteca en Venezuela

Un voraz incendio dejó al menos 47 muertos y ocho heridos al arrasar durante la madrugada de ayer una discoteca del centro de Caracas, la capital de Venezuela. La mayor parte de las víctimas, 15 mujeres y 32 hombres, murió atrapada en el inseguro sótano y asfixiada por un denso humo tóxico que obligó a evacuar a más de medio millar de personas del local y de los edificios contiguos. "Nunca había ocurrido algo parecido en Venezuela", admitió el jefe del cuerpo de bomberos caraqueño, Rodolfo Briceño.

Aunque llevaba ya muchos años funcionando, el local nocturno llamado La Guajira no cumplía las mínimas normas de seguridad y, cuando se inició el fuego, a medianoche, había entre 300 y 400 personas más del aforo máximo. Los bomberos se encontraron con que "el incendio estaba ya en fase de libre combustión, con un humo muy denso en un local muy cerrado", explicó Briceño, y sólo pudieron rescatar a ocho heridos con quemaduras y a una veintena con síntomas de asfixia. Los otros no pudieron encontrar, o hallaron bloqueada, la única salida de La Guajira.

Docenas de personas abandonaron los edificios aledaños, entre ellos dos pequeños hoteles, en medio de la humareda. "Hubo que rescatar a 500 personas de los alrededores; algunas, por pánico, pensaban lanzarse al vacío", dijo el jefe de los bomberos.

El diario El Nacional afirmó en su página de internet que "algunas versiones dadas por los heridos" indicaban que "el incendio pudo haber sido provocado". Por contra, Briceño señaló que "en el local había una cocina, cableado y luces potentes, alcohol y cigarrillos", por lo que "cualquiera (de esos elementos) pudo ser la causa del siniestro". No obstante, añadió también que "aparentemente, el fuego bloqueó la entrada" de la discoteca. Al igual que ocurrió hace dos semanas cuando una explosión de fuegos artificiales dejó tres muertos, el incendio que destruyó la discoteca La Guajira desató ayer una oleada de rumores de atentados. Una prueba más de la extrema tensión política que vive un país dividido entre partidarios y detractores del presidente Hugo Chávez, quien hoy afrontará su cuarta huelga general nacional.