La Pasión en Córdoba

Bujalance: La unión de la juventud y la tradición

La Semana Santa de Bujalance, declarada de Interés Turístico Nacional de Andalucía, es una manifestación de fe popular que desde el siglo XVI se entrega a Cristo y a su Santísima Madre. La grandiosidad, belleza y rico patrimonio que discurre por su artístico casco antiguo hacen única la celebración.

Salida procesional de la imagen de Nuestra Señora de los Dolores en la Madrugá del Viernes Santo.

Salida procesional de la imagen de Nuestra Señora de los Dolores en la Madrugá del Viernes Santo. / José Escamilla

José Escamilla

José Escamilla

Bujalance

La salida de la Muy Antigua y Franciscana Cofradía de la Vera Cruz, de su ermita de la Santa Cruz, marcará este año 2025, en letras destacadas, la Semana Santa de Bujalance. No tendría nada de particular este hecho, si no fuera, porque esta querida ermita bujalanceña, padeció un gran incendio, el pasado día 15 de noviembre, que calcinó y destruyó el belén monumental que estaba montado en los salones anexos a la ermita y las bambalinas del paso de la Virgen de la Esperanza. Afectó, por tanto, a los salones y a todas las dependencias de la ermita, también al propio templo y a las imágenes, por el efecto del humo y el calor. Llegó a temerse, en un primer momento, que hubiese cuantiosas pérdidas, pero gracias a la rápida acción de Protección Civil, trabajadores del ayuntamiento y numeroso bujalanceños, el incendio no llegó a afectar gravemente, ni a las imágenes, ni a los tronos.

También se pensó que este año no pudiera salir el desfile procesional de la ermita. Pero, gracias a que todo Bujalance se ha volcado con la cofradía, junto al trabajo denodado de la junta de gobierno, se ha podido rehabilitar en tiempo récord, el templo y todas las dependencias y se han restaurado los sagrados titulares, Jesús Rescatado, Jesús en la Oración del Huerto y la Virgen de la Esperanza, que actualmente se encuentran en la parroquia de San Francisco. 

En definitiva, es una extraordinaria noticia, porque se ha superado esta desgracia y así, se ha podido mantener la categoría de la Semana Santa bujalanceña, una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional de Andalucía, fiesta cargada de tradiciones, devociones, profundos sentimientos y hondas vivencias para todos los bujalanceños, abierta a todo el que quiera acercase a conocerla. Son muchos siglos de historia, tradiciones de un pueblo volcado en su fe por Cristo y por su Madre, que deben mantenerse.

A pesar de esta gran noticia, hay otro hecho en el mundo cofrade bujalanceño, que genera una gran preocupación. Es la situación en la que se encuentra la ermita de Nuestro Padre Jesús, que actualmente está cerrada por problemas estructurales y se halla a la espera de que reciba importantes obras de consolidación y reforma. Para ello, está volcada la cofradía de Nuestro Padre Jesús y Nuestra Señora de los Dolores, junto al Ayuntamiento de Bujalance. Cuenta a su vez con el compromiso de colaboración de la Diputación de Córdoba. Mientras tanto, los sagrados titulares están en la parroquia de la Asunción, de donde saldrán de nuevo el Viernes Santo para hacer su estación de penitencia.

La Semana Santa en Bujalance es una popular y arraigada manifestación religiosa, con una identidad propia, de gran belleza y tradiciones centenarias, en la que sus cofradías y hermandades trabajan intensamente para mostrar a lo largo de estos días la fe y devoción a sus sagrados titulares, en un desfilar a través de los más bellos rincones y monumentos de su casco antiguo, declarado conjunto histórico artístico. Con el sonido del rachear de las zapatillas costaleras, con las saetas o los tambores y cornetas de las marchas, con el olor a incienso o azahar, con la luz temblorosa de los cirios y de la blanca luna o con los colores y olores de las flores, con los morriones y túnicas, en el desfilar de romanos y nazarenos.

También cabría destacar el papel desempeñado por la juventud y la mujer en las cofradías, participando en algo tan propio como las mujeres de mantilla, hasta en otros ámbitos, como nazarenos, penitentes con cruz, costaleras y porteadoras, con cuadrillas exclusivas, como la de costal de la Borriquita, y a hombros las del Rescatado y la Virgen de la Alegría. Otras son mixtas, como el Cristo del Amor y la Misericordia, la Santa Vera Cruz o el Cristo Yacente. Pero, el papel de la mujer no sólo queda ahí, también ocupa puestos de responsabilidad en cofradías, en la presidencia de la Borriquita, el Vía Crucis o la Vera Cruz. La Agrupación de Cofradías está comandada a su vez por una mujer.

Por último, hay algo significativo a destacar en nuestra Semana Mayor, el acercamiento de los jóvenes a la vida cofrade, en las actividades a lo largo de todo el año y, sobre todo, en la participación en las estaciones de penitencia, como nazarenos y, especialmente, como costaleros y porteadores, donde se vive un gran momento. Son las dos formas de andar de los pasos en Bujalance. Tradicionalmente, en Bujalance los pasos eran portados a hombros. Pero en los años 80, la cofradía de la Vera Cruz, introdujo el andar a costal, con el paso de palio de Nuestra Señora de la Esperanza. De ahí, se extendió a otros como la Borriquita, el Gran Poder, Jesús en la Oración del Huerto o el Resucitado. Este año se conmemora el 25º Aniversario de la Primera Salida Procesional del Santísimo Cristo Yacente, cuya celebración fue el 22 de marzo, con la santa misa en su honor y la salida en vía crucis, acompañado por el Imperio Romano.

Siglos de historia

Todo ello hace que nuestros sentidos y espíritu se sientan desbordados. Hace que, tanto bujalanceños como visitantes, noten el palpitar cofrade de todo un pueblo con el encuentro a su devoción con cada Cristo maniatado, maltratado, con la cruz a cuestas o crucificado y el llanto de dolor, soledad, esperanza o alegría de la Madre en cada plaza, calle o rincón de nuestra bella ciudad. La Semana Santa bujalanceña tiene una raíces profundas. Las primeras noticias que se tienen son de mediados del siglo XVI, con la primera cofradía, la Vera Cruz, auspiciada por los franciscanos, en el convento de San Francisco y, de allí, se trasladó en 1575 a la actual ermita de la Santa Cruz. Poco después, aparece la Soledad de nuestra Señora a mediados del siglo XVI, también en San Francisco y la corporación de Nuestro Padre Jesús Nazareno en la ermita de Jesús a finales del siglo XVI. Además, en el siglo XX, en 1928, se formó la cofradía del Resucitado. Tras la Guerra Civil, se reorganizaron las cofradías de Padre Jesús, Vera Cruz y Resucitado, con nuevas imágenes, obras del bujalanceño Juan Martínez Cerrillo, de Antonio Castrillo Lastrucci y Amadeo Ruiz Olmos. En el año 1965 se formó la cofradía del Cristo de la Buena Muerte y la Soledad. En los años ochenta (1982) se creó la Agrupación de Cofradías y nacieron la cofradía de La Borriquita, promovida por el Imperio Romano; el Santo Vía Crucis en 1990 y el Cristo del Gran Poder en 1993.

Nuestra Señora de la Soledad durante la procesión del Viernes Santo.

Nuestra Señora de la Soledad durante la procesión del Viernes Santo. / José Escamilla

Devoción y belleza

La Semana Santa bujalanceña se abre de par en par el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección. Se estructura en torno a siete cofradías. Comienza con La Borriquita, llevada a costal por mujeres, acompañadas por el Imperio Romano. El Martes Santo es el turno del Gran Poder, con su paso por las calles estrechas del casco histórico y la entrada en la Catedral de la Campiña. El Miércoles Santo, de silencio y cruces, junto a los cantos sacros de la coral Pedro Lavirgen en el Santo Vía Crucis, con el Cristo del Amor y la Misericordia. El Jueves Santo, la espectacularidad de la Vera Cruz, con sus cuatro imponentes pasos de la Santa Cruz, Jesús de la Oración en el Huerto, el Señor Rescatado y la Señora de Bujalance, más la Virgen de la Esperanza, que este año no sale bajo palio, por la destrucción del mismo en el incendio sufrido en la ermita. A la salida, se realiza la representación del Prendimiento y el Beso de Judas. El Viernes Santo, en la Madrugá, Nuestro Padre Jesús y la Virgen de los Dolores saldrán de San Francisco, ya que su ermita está cerrada. El Viernes Santo noche, el Santo Entierro, con el Cristo de la Buena Muerte, el Cristo Yacente y la Soledad, procesión oficial presidida por la corporación municipal. Cierra la Semana Mayor, el Domingo de Resurrección, con Jesús Resucitado y la Virgen de la Alegría, entre campanitas de alegría y petaladas a la virgen. 

Novedades de las cofradías

Las cofradías bujalanceñas, han estado trabajando con ahínco para que en esta Semana Santa, en los desfiles procesionales, luzcan sus imágenes en sus pasos, con novedades y mejoras. La cofradía de la popular La Borriquita estrena la mesa de aluminio para el paso y unos nuevos respiraderos y faldones. Además, la hermandad del Gran Poder incorpora la terminación de la talla de la canastilla, nueva parihuela de aluminio y adaptación de la antigua para ensayos, un camisón y unos gemelos donados para el Cristo. Además se aprobará en asamblea el acabado del paso en pan de oro, caoba o combinación de ambas técnicas. 

Por su parte, la cofradía de la Vera Cruz, tiene como novedades, el estreno del paso procesional de Nuestro Padre Jesús de la Oración, totalmente terminado, que el pasado año, debido a la lluvia, no pudo estrenarse. También hay que señalar la recuperación de la ermita y de las dependencias anejas, tras el incendio, así como la restauración de las imágenes que resultaron afectadas por ese incendio, a cargo de Sebastián Montes y Teresa de la Rosa. 

En cuanto a la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, presenta el estreno de la cruz en madera de cedro para los vía crucis y la Virgen de los Dolores estrena una saya en terciopelo burdeos, a partir de una chaquetilla de torero, donada íntegramente por la familia Galán Casero. 

Por otro lado, la cofradía del Santo Entierro presenta la restauración de las andas de los tres titulares y la restauración del Cristo Yacente, a cargo de Teresa de la Rosa. Finalmente, la hermandad del Resucitado, tiene como novedad, la terminación de las maniguetas y candelabros arbóreos del paso de Nuestro Padre Jesús Resucitado.

Patrimonio

El peso y el destacado valor de la Semana Santa Bujalanceña aumenta por el hecho de que sus cofradías discurren por un casco histórico de gran belleza , que fue declarado en 1983 Conjunto Histórico-Artístico, gracias a su homogeneidad y por ser un magnífico ejemplo de arquitectura típica andaluza, de clara herencia árabe, que conserva casi intacta la tipología del Barroco, con numerosas casas señoriales blasonadas, edificios religiosos y civiles monumentales, declarados Bienes de Interés Cultural.

Bujalance, se puede decir, que es el mejor de los escenarios para destacar la belleza de la Pasión de sus Cristos y Vírgenes, que maravilla con su Semana Santa a cuantos nos visitan y que es motivo para que muchos bujalanceños que viven fuera se acerquen en estos días a rememorar sus raíces y a vivir entre familia y amigos sus tradiciones y su fe.

En la Semana Mayor bujalanceña se viven con intensidad y pasión, la fe y las devociones. Son vivencias y tradiciones de los desfiles procesionales, que recorren ese escenario único del pueblo de Bujalance. Su casco histórico, ese gran marco monumental de extraordinario valor patrimonial, que entre sus calles estrechas y amplias plazas, acoge la Catedral de la Campiña, de 1525, de estilo gótico-renacentista, con su torre inclinada, la Pisa de Andalucía, la más alta de la provincia; la parroquia de San Francisco de 1530, con su torre dieciochesca; el castillo-alcazaba, del siglo X, mandado edificar por Abderramán III; la plaza mayor con el ayuntamiento de finales del siglo XIII; el hospital de San Juan de Dios y su capilla de la Milagrosa, del año 1542; el convento de San José y Santa Teresa de 1708 y las ermitas de Nuestro Padre Jesús, situada en la cima del cerro de la Lobera, la de la Santa Cruz, y la recientemente recuperada ermita de Consolación. En definitiva, una Semana Santa que discurre por calles estrechas, en contraposición de otras calles y plazas amplias o parajes con encanto, absolutamente mágicos y maravillosos, como el cerro de la Lobera, donde está enclavada la ermita de Jesús de 1580, o la plaza de Santa Cruz, con la ermita de la Vera Cruz de 1575.

Imperio Romano

La Semana Mayor bujalanceña sobresale por su singularidad, con la presencia del Imperio Romano en los desfiles procesionales, por su antigüedad, por la belleza, el colorido, la musicalidad y el desfile gallardo de los romanos. No se entendería la Semana Santa de Bujalance sin su presencia. El Imperio Romano va acompañando a los pasos, en las procesiones de Domingo de Ramos, Jueves Santo, Viernes Santo de Madrugada, Viernes Santo por la Noche y Domingo de Resurrección y Semana Santa Chiquita. Desfilan escuadras de gastadores, escuadra infantil, banda de cornetas y tambores y, tras la escuadra de los mandos con espadas y banderas, cierra la escuadra de lanceros. 

Prendimiento

Otra importante característica de la Semana Santa bujalanceña, que le da su idiosincrasia, es la representación del Prendimiento, el Jueves Santo, en la plaza de la Santa Cruz, a la salida de Nuestro Padre Jesús Rescatado. Desde un balcón, frente a la imagen del Cristo Rescatado, se hace la representación, con la participación de las figuras con rostrillo de Judas y el Sacerdote, con un texto antiguo, que fue recuperado por el poeta Mario López. Seguidamente, el sacerdote lee el texto evangélico del Prendimiento, y sobre el paso, Judas da el beso de traición al Cris+to y un romano lo ata al redoble de los tambores y las lanzas de los romanos se cruzan sobre la figura de Jesús.

Gastronomía

Uno de los aspectos más importantes en estos días de Cuaresma y de Semana Santa, es el de disfrutar de la buena gastronomía, con numerosas y ricas propuestas que presentan restaurantes, tabernas, y bares, con los platos típicos de Bujalance, la vigilia con el potaje de bacalao, la patata rellena, el flamenquín, los cholondros o el bacalao rebozado. 

Capítulo aparte son los tradicionales dulces caseros de Semana Santa: pestiños, lazos, roscos, palitroques, magdalenas, y sobre todo los típicos y autóctono dulces de Bujalance, que son los cuajados, los almendrados y los caracolillos, con una fuerte influencias de la cultura andalusí.

Los más pequeños de cada casa esperan igualmente estos días con gran ilusión, además de disfrutar de las procesiones y del desfile de los romanos. 

Paso a paso

DOMINGO DE RAMOS   

La Borriquita.

Salida: Parroquia de la Asunción. (12..00 h).

MARTES SANTO   

Gran Poder. 

Salida: Parroquia de San Francisco. (20.45 h).

MIÉRCOLES SANTO   

Santo Vía Crucis.

Salida: Parroquia de la Asunción. (21.00 h).

JUEVES SANTO   

Vera Cruz. 

Salida: Ermita de la Santa Cruz. (19.30 h).

VIERNES SANTO   

Ntro. Padre Jesús.

Salida: San Francisco. (05.00 h).

Santo Entierro. 

Salida: San Francisco. (20.30 h).

DOMINGO DE RESURRECCIÓN   

Jesús Resucitado.

Salida: Parroquia de la Asunción.  (12.00 h).

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