PRIMER DÍA DE LA SEMANA SANTA

Sol y bulla en un Domingo de Ramos de reencuentros en Córdoba

La hermandad de la Entrada Triunfal por la mañana y cinco cofradías por la tarde completan una espléndida jornada inaugural de desfiles marcada por el ajetreo en las calles y las altas temperaturas

La Borriquita da paso a la Semana Santa de Córdoba

Francisco González

Amaneció un nuevo Domingo de Ramos. Las campanas de San Lorenzo volvían a voltear de júbilo, el sol acompañaba y las calles repletas de público se mostraban dispuestas a vivir una intensa jornada de Domingo de Ramos.  

Entrada Triunfal

Puntualmente se abrieron las puertas de la parroquia de San Lorenzo y la cruz de guía se hacía hueco entre el numeroso público que abarrotaba la plaza. Al fondo se escuchaba al capataz dando las instrucciones pertinentes para enmarcar el paso de Nuestro Padre Jesús de los Reyes en su Entrada Triunfal en Jerusalén en la puerta de San Lorenzo. Poco a poco, a los sones de la primera de las marchas interpretadas por la banda de cornetas Caído- Fuensanta, el Señor de los Reyes fue tomando la plaza de San Lorenzo mientras las campanas seguían con su repique. Los niños hebreos avanzaban ya por Ronda de Andújar, detrás el Señor montado en la popular Borriquita hacia el giro para tomar la misma calle.

En el atrio del templo ya se encontraba la Virgen de la Palma y poco después sonaba Pasa la Virgen Macarena interpretada por la banda sinfónica de Dos Torres. El palio de la Virgen, exornado con alhelíes blancos y rosas blancas, alzó una vez más sus zancos hacia el cielo, el cielo azul de Córdoba que ya estaba dispuesto para vivir esta nueva y esperada Semana Santa. Así , con la alegría que caracteriza a esta hermandad comenzaba su caminar hacia la Catedral.

Tras el paso por el primer templo de la diócesis, la cofradía retornó a su templo. Cientos de personas esperaban en el entorno de la Cruz del Rastro, si bien un error en el itinerario oficial creó la confusión entre el público que esperaba en la calle Lucano, al ver como ante sus ojos la cofradía continuaba por la calle San Fernando.

Penas de Santiago

Sin solución de continuidad, la cruz de guía de la hermandad de las Penas estaba ya en la puerta de la parroquia de Santiago para comenzar su estación de penitencia. En la antigua calle del Sol no cabía un alfiler para contemplar a la cofradía. Un extenso cortejo de nazarenos negros y rojos iba avanzando hacia la Catedral, mientras en la puerta de la parroquia de Santiago las campanas anunciaban que el Cristo de las Penas estaba ya en su paso a punto de cruzar el dintel del templo para reencontrarse con el barrio, con su barrio de siempre. La agrupación musical Santa Cecilia de la localidad cordobesa de Aguilar de la Frontera entonaba la Marcha Real, el Cristo de las Penas estaba ya en la puerta del templo. La inconfundible silueta del crucificado más antiguo de la Semana Santa de Córdoba estaba ya dispuesta a reencontrarse con su gente.

El severo paso caoba fue exornado, fundamentalmente, con rosas rojas, dándole vida a este Calvario tan característico del Domingo de Ramos. A los pies del Cristo, la Virgen de los Desamparados, que este año cumple cincuenta años desde que fuera bendecida en el año 1973. La dolorosa que acompaña al crucificado lució en su pecho una nueva cruz pectoral en plata sobredorada, al igual que San Juan que, asimismo, lució otro nuevo broche, en este caso, de un águila símbolo de san Juan evangelista. 

Destacó en lo positivo el cuidado de las hermandades en el exorno floral de los pasos, especialmente los de palio

El Cristo de las Penas avanzaba por la calle Agustín Moreno para buscar la calle Lineros en su camino hacia la Catedral, mientras en la puerta de Santiago la expectación era máxima para contemplar el paso de palio de la Virgen de la Concepción. La dolorosa de la hermandad hacia las maniobras oportunas para poder salir de su templo. La Virgen de la Concepción lució en su palio, en esta ocasión exornado con rosas blancas mientras que los violeteros llevaban las características camelias que siempre le acompañan. Sonaba la primera marcha, la Virgen de la Concepción elevaba su palio al cielo para comenzar su anual recorrido por las calles de la ciudad.

El Amor

Pero de barrios sí que sabe la hermandad del Amor, una zona que cada Domingo de Ramos se echa a la calle para acompañar a la cofradía, y ayer no fue menos. A pesar del calor, el barrio estaba allí contemplando los pasos de esta hermandad, de la que año tras año se va notando su evolución estética, y este año en el cortejo se pudo ver el nuevo banderín de juventud, una pieza de muy buena calidad diseñada por el sevillano Javier Sánchez de los Reyes y bordada en oro fino por Antonio Villar, vestidor de la Virgen de la Encarnación.

Pero volviendo al radiante sol, ayer el astro rey encontró su mejor espejo en los candelabros arbóreos del paso de Nuestro Padre Jesús del Silencio en el Desprecio de Herodes, que este año estrenaba el dorado, un trabajo llevado a cabo por el taller de José Antonio Cabello. El paso fue exornado con distintas variedades florales en colores malva y también, como novedad, presentó el acompañamiento musical a cornetas, en esta ocasión a cargo de la cordobesa banda de cornetas de la Salud, que quizás le da más sobriedad al andar de este paso de misterio.

Un misterio que antecede al segundo paso de la cofradía el Cristo del Amor. La gran devoción del barrio caminaba a los sones de las cornetas de la banda del Maestro Valero de Aguilar de la Frontera, el crucificado volvió a lucir su característico calvario de claveles rojos. Detrás, la alegría y el gozo, la Virgen de la Encarnación, la guapa dolorosa del Cerro que avanzaba sobre los hombros de sus costaleras. El paso de la Virgen fue exornado con elegantes jarras de distintas variedades florales, predominando el color rosa. Así, al son de alegres marchas, cruzaba el Campo de la Verdad para dirigirse a la Catedral.

El Rescatado

Las calles eran un mar de gente, costaba pasar de un lado a otro, el público abarrotaba cada uno de los rincones por donde iban a pasar cofradías, especialmente en puntos como la calle de la Feria, la Cruz del Rastro o el entorno de la entrada y salida a la Carrera oficial, lugares colapsados por un público que se echó a la calle para encontrarse con las cofradías. 

Tal es el caso de un enclave mítico del Domingo de Ramos como es la antigua plaza del Alpargate, donde desde primera hora de la tarde había gente para contemplar la salida de Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado, el Nazareno de las promesas, que hizo su salida a los sones de la banda de la Coronación de Espinas, cuyas vibrantes cornetas anunciaban que el Señor abandonaba la popular plaza. El paso del Señor fue exornado con un calvario de iris morado.

El primer día de las Semana Santa se vive con total normalidad sin rastro alguno de la pandemia

Detrás, la Virgen de la Amargura, que lucía la reestructuración de su paso de palio, un trabajo realizado por el taller de Antonio Villar, vestidor de la Virgen de la Amargura. Con esta intervención se ha dejado atrás el antiguo bordado en aplicación que llevaba el frontal para dejar un palio totalmente liso en terciopelo azul noche con nueva caídas y un fleco de bellota con la característica de llevar algunas de las cuentas en seda de color azul. Una reestructuración con la que el palio ha ganado en apariencia estética con la esperanza de que en poco tiempo comience a cubrirse de hilos de oro.

La Esperanza

Una marea humana se dirigía calle Santa María de Gracia arriba y calle San Pablo abajo para encontrarse en un punto común, la plaza de San Andrés, donde no cabía un alfiler para contemplar la salida de la hermandad de la Esperanza. Una hermandad que hizo su salida poco antes de las cinco de la tarde, momento en el que la cruz de guía estaba ya en la puerta del templo para iniciar el esperado camino que la llevaría a la Catedral. El público esperó a que el Señor de las Penas volviera a cruzar el dintel de la parroquia de San Andrés y minutos después, a los sones de la banda de la Pasión de Linares, el Señor de las Penas estaba ya bajo el cielo azul de Córdoba. Así hacía su primer giro ante un público expectante que aplaudía y aplaudía los movimientos de este emblemático paso de misterio del Domingo de Ramos que lentamente avanzaba por la calle San Pablo

Un fallo en el itinerario oficial creó el caos entre el público que esperaba en Lucano el regreso de la Borriquita

Mientras, en la puerta de San Andrés la Virgen de la Esperanza hacía la maniobra oportuna para salir a la calle. La voz del capataz se escuchaba entre el tintineo de las campanitas de su palio. Poco a poco, hacían esa maniobra, esa obligada media altura para cruzar el estrecho dintel del templo. A los sones de su banda, la Virgen de la Esperanza estaba de nuevo entregada a un pueblo que la esperaba. El aplauso, la música y la alegría, la Virgen de la Esperanza estaba de nuevo en la calle. Ya, sin duda, era Domingo de Ramos.

El Huerto

Pero si había bulla en la puerta de San Andrés, no era menos lo que había en el Compás de San Francisco y la calle de la Feria, repleta de público esperando los pasos de la hermandad del Huerto. El primer paso, Jesús de la Oración en el Huerto, que no tardó mucho en llegar, fue exornado con estátice morado. El gran olivo que abarcaba todo el ancho del paso se cimbreaba a los sones de la Agrupación Musical de Nuestro Padre Jesús de la Redención, y detrás la solemnidad del paso del Amarrado a la Columna a los sones de la banda utrerana y , por último, la Virgen de la Candelaria, que en la tarde de este Domingo de Ramos estrenó la marcha La Candelaria, una obra de la cordobesa María Jesús Amaro que fue interpretada en distintas partes del recorrido para la Dolorosa de San Francisco, que lució en su palio exornado con jarras de clavel blanco y frisos y frontal con flor de azahar. Así iba declinando un Domingo de Ramos, dejando paso a la madrugada del Lunes Santo. 

Un Domingo de Ramos donde el público se echó a la calle, donde las sensaciones volvieron a ser las mismas y donde ya no hay ningún resto de pandemia en las calles. El público que contempla las cofradías se volvió a entregar, se volvió a reencontrar con la Semana Santa de siempre, la de la calle, la de los atascos en las calles, la de las equivocaciones en el librito de la Agrupación de Cofradías, la de las pipas -por cierto, demasiadas-, la de la bulla... En definitiva, la Semana Santa de siempre. 

Nuevo banderín de juventud de la hermandad del Amor.

Nuevo banderín de juventud de la hermandad del Amor. / CÓRDOBA

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Entre el cortejo de la hermandad del Amor se pudo ver en la tarde del Domingo de Ramos el nuevo banderín de juventud que viene a engrosar el patrimonio artístico de esta popular hermandad.

La pieza ha sido bordada por el bordador cordobés Antonio Villar Moreno bajo diseño del reconocido diseñador sevillano Javier Sánchez de los Reyes. El conjunto está bordado en oro fino y sedas de color sobre terciopelo negro, haciendo alusión al fundador de la cofradía, el obispo dominico Fray Albino.

El diseño presenta una greca de ornamentación barroca que recorre todo el paño, mientras que en la parte central figura el escudo de la cofradía del Amor, en cuya parte inferior se lee «Juventud del Amor». El paño en su parte inferior está rematado por fleco de canutillo de oro.

En lo que respecta al mástil, se ha representado en la parte superior a Jesús Divino Obrero en alusión a la sede canónica de la cofradía, la parroquia de Jesús Divino Obrero. La pieza ha sido realizada por el orfebre cordobés Emilio León Salinas, que ha seguido un modelo en barro del imaginero José Antonio Cabello Montilla.

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