La voz del pregonero Francisco Barbancho, entre versos aflamencados de autóctona devoción, han alumbrado la Semana Santa de Lucena. Un texto íntimo, gestado y entonado desde un amor incondicional a su pueblo y las tradiciones cofradieras y santeras.

La pasión, muerte y resurrección de Cristo, escenificadas en los titulares venerados en los templos locales, engarzó un canto magistral de un abogado entregado al realismo de Lucena. En la previa del pregón, José Jiménez Pino recibició el premio Cofrade Manolo Ramírez.