LA PASIÓN EN CÓRDOBA

Lucena vibra con una Semana Santa repleta de santería

La pasión evangélica de Lucena se refleja en imágenes con varios siglos de antigüedad y cofradías centenarias. la indumentaria, el arte físico, el ritual y la trascendencia heterogénea de la santería singularizan esta celebración religiosa

NUESTRO PADRE JESÚS EN SU ENTRADA TRIUNFAL EN JERUSALÉN. ‘LA POLLINITA’ TARDE DE DOMINGO DE RAMOS EN LA CALLE SAN PEDRO. | MANUEL GONZÁLEZ

NUESTRO PADRE JESÚS EN SU ENTRADA TRIUNFAL EN JERUSALÉN. ‘LA POLLINITA’ TARDE DE DOMINGO DE RAMOS EN LA CALLE SAN PEDRO. | MANUEL GONZÁLEZ / manuel gonzález Lucena

El trasiego bullicioso y agrupado de las cuadrillas de santeros hacia los templos parroquiales, que encarnan su destino renovado, revela en Lucena el tiempo litúrgico cuaresmal. El esparcimiento de las cenizas evangélicas, fraguadas en la incineración de las palmas del Domingo de Ramos precedente, en un Miércoles de incontrolables vísperas, idealiza uno de los rasgos definitorios y peculiares de esta Semana Santa. Una mutación constante que transporta a los santeros, en cada primavera, a parihuelas diferentes a las órdenes de su manijero.

La Pasión lucentina descarga sonidos que perforan los cofres de las emociones. Los primeros requiebros del viento unen dos puntos cardinales en las sensaciones semasanteras. Al anochecer el primer viernes de Cuaresma -en una secuencia idéntica hasta el Viernes de Dolores-, los componentes de la Hermandad de Tambores trenzan los redobles que despiertan sentimientos que nunca adormecen en Lucena. Entre el Llanete de Santiago y la Capillita de Jesús Nazareno, surcan una columna vertebral indestructible que fundamenta una tradición devocional y de impactos culturales. Este itinerario, anunciado por los relámpagos atrompetados del Torralbo, estalla en el miserere, arrodillado en el Perdón de la humanidad, cantado a Nuestro Padre Jesús Nazareno, el Señor de Lucena.

CRISTO DE LA COLUMNA. AÑO DEL CENTENARIO DE LA HERMANDAD DEL BARRIO DE SANTIAGO.

CRISTO DE LA COLUMNA. AÑO DEL CENTENARIO DE LA HERMANDAD DEL BARRIO DE SANTIAGO.

Con sus raíces primigenias en el siglo XVI, la Semana Santa de Lucena concentra actualmente 17 hermandades y 39 pasos procesionales. Oscilaciones del flujo de santeros, reproducidas con similares causas en otras latitudes y persistentes en los últimos años, motivan que determinadas imágenes hayan de prolongar la estancia en sus templos y diferir su estación de penitencia.

Este 2023, la Pollinita del Carmen -la tercera más antigua de España-, tallada en el siglo XVIII por el escultor antequerano Diego Márquez Vega, acumulará su cuarto año de letargo. Un último vía Ccucis adentra a Lucena indefectiblemente en su Semana Santa. Los tambores enlutados, con resonancia seca y ronca, y su intransferible cadencia rodean al Cristo del Silencio entre la oscuridad del Viernes de Dolores. Un anticipo fiel de la madrugada recién rasgada del Jueves Santo.

VIRGEN DE LA ESTRELLA DE LA COFRADÍA DEL HUERTO LUCENA VIVE LA NOCHE DEL DOMINGO DE RAMOS.

VIRGEN DE LA ESTRELLA DE LA COFRADÍA DEL HUERTO LUCENA VIVE LA NOCHE DEL DOMINGO DE RAMOS.

Pregón

El intervalo del anuncio oral del porvenir, en el último sábado de Cuaresma, establece una mínima tregua hasta el estallido de evocaciones y percepciones. La voz del abogado Francisco Jesús Barbancho verbaliza el pregón de Semana Santa. Previamente, la Agrupación de Cofradías otorgará el Premio Cofrade Manolo Ramírez a José Jiménez Pino. Un ramillete de rituales y prácticas consuetudinarias modelan la santería, una expresión poliédrica que trasciende del modo enraizado de procesionar los pasos: a cara descubierta y con túnica, capirote, botas, pañuelo y pantalón de medio ancho; soportados en una parihuela y artísticamente conducidos por unos santeros que cargan exteriormente el peso en un hombro y caminan, al unísono, siempre al son del tambor. Los atributos simbólicos de la santería conforman un cosmos que individualizan la Semana Santa de Lucena. Uno de ellos, repetido por cada grupo de santeros, proclama oficiosamente el comienzo de esta Pasión autóctona. Los 23 santeros de Nuestro Padre Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén acuden a la casa del manijero -sólo designado para ese año y encargado de aviar al resto de santeros- y enfilan el paseíllo hacia una primera parada que envuelve la comunicación de las últimas instrucciones y la dirección concluyente hacia el templo. Este primer recorrido previo, entre el repique de los tambores y los chispazos alargados del Torralbo, comporta la confirmación en Lucena del enésimo origen de su Semana Santa.

CRISTO DEL VALLE    TARDE DE MIÉRCOLES SANTO EN LA PLAZA NUEVA.

CRISTO DEL VALLE TARDE DE MIÉRCOLES SANTO EN LA PLAZA NUEVA.

En las últimas décadas, la cifra de hermandades y cruce de imágenes evangélicas ha crecido exponencialmente. La juventud rigurosa de las hermandades del Huerto y del Encuentro completan, con un espíritu cofradiero forjado y modélico, el triángulo del Domingo de Ramos.

La Cofradía Franciscana de Pasión regresa a un recorrido anterior en la franja vespertina y nocturna del Lunes Santo. Después de consolidar un aplaudido adelanto horario en su salida, fijado a las 19.00 horas, bordeará la Plaza Nueva y continuará hacia la calle El Peso, suprimiendo el tramo que unía la calle Barahona de Soto, Paseo del Coso, Juan Valera y Las Torres.

El tono marrón carmelita sondea la apertura del Martes Santo, desde un templo que rebosa patrimonio artístico e histórico de sublime estimación. Hasta cinco pasos, en la continuación del tercer día de Semana Santa, convergen desde la portada principal de San Mateo Apóstol. Las cofradías del Amor y de Los Servitas encadenan su penitencial travesía en un día que intensifica la progresión ascendente e imparable en un ciclo de añoranzas y expectativas.

DEVOCIÓN EN EL VIERNES SANTO. LAS TÚNICAS MORADAS PREDOMINAN DESDE LAS SEIS DE LA MAÑANA. EL SEÑOR DE LUCENA BENDICE A SU PUEBLO Y CAMINA AL CALVARIO A HOMBROS DE SUS SANTEROS

DEVOCIÓN EN EL VIERNES SANTO. LAS TÚNICAS MORADAS PREDOMINAN DESDE LAS SEIS DE LA MAÑANA. EL SEÑOR DE LUCENA BENDICE A SU PUEBLO Y CAMINA AL CALVARIO A HOMBROS DE SUS SANTEROS

Miércoles Santo

La Cofradía del Valle, en el Miércoles Santo, prolonga y estabiliza su umbral y retorno a su barrio protector. La ermita, convertida en parroquia, sólo extrañará por unas horas a unos titulares abrazados a sus devotos predilectos. En la frontera que delimita el triduo pascual, El Silencio, de negro y trompeta fúnebre, solivianta la medianoche entre sus tambores enfundados, las velas ilustres y la exaltación del hermano nazareno. Una década conmemora la Cofradía de La Caridad, ubicada en la mañana del Jueves Santo y que, en unos dos años, aspira a completar su misterio con la figura del miembro de la guardia herodiana. Anticipo, entre la anárquica visita a los templos donde aguardan, con plena disposición, los pasos procesionales ulteriores, de la eclosión del Jueves Santo. La Santa Fe en hermandad abandera el principio de la tarde que confluye en madrugada. Tres escenificaciones bíblicas desde Dios Padre. En sólo unos meses, comenzará la restauración del conjunto escultórico del Sagrado Lavatorio, documentado como obra de Pedro de Mena.

En su centenario fundacional, la Cofradía de la Columna presentará a su Cristo a la conclusión de la primera fase de la restauración. Arropado por la Paz y la Esperanza, la estampa humana y divina de Jesús de Nazaret desafía el compás del tiempo y arrebata las pulsiones de los corazones que contempla.

El propio hermano mayor de la Cofradía del Caído, Ángel del Espino, asume la manijería de la titular mariana, la Virgen de la Salud, por la renuncia del manijero. Esta hermandad reedita un último tramo de introspección y tenebrosidad. Y sella el Jueves Santo, La Sangre y su Mayor Dolor. Sin la modificación de recorrido pretendida por la junta de gobierno, entronizan majestuosidad y clasicismo.

CULMEN COFRADE EN EL JUEVES. DESDE EL SILENCIO DE LA MADRUGADA, SEIS HERMANDADES COMPONEN EL PRIMER TRIDUO PASCUAL. LA CALLE LAS TORRES ANTECEDE A LA CÉLEBRE CUESTA DEL RELOJ

CULMEN COFRADE EN EL JUEVES. DESDE EL SILENCIO DE LA MADRUGADA, SEIS HERMANDADES COMPONEN EL PRIMER TRIDUO PASCUAL. LA CALLE LAS TORRES ANTECEDE A LA CÉLEBRE CUESTA DEL RELOJ

Emotivos Detalles

El Viernes Santo compendia la Pasión en Lucena. La madrugada absorbe a su propia noche y la llamada de hermanos, protagonizada por la Hermandad de Tambores, desvela el clamor morado. Las seis de la mañana es la hora cumbre de Lucena. Jesús Nazareno, desde su Llanete y Capillita, bendice, por tres veces -en la Plaza Nueva, El Coso y al regresar a su templo- a Lucena. Un olor indescriptible e inconfundible se mezcla con los cordones amarillos de los hermanos -con túnicas sin antifaz y que emulan al atuendo del santero- a los que se reserva un horquillo siempre breve entre las calles El Agua y San Pedro. El Torralbo suena diferente y la herencia familiar en tonos percalina desborda las lágrimas.

Las saetas, la solemnidad y el incienso envolvente dilatan la Soledad de la Virgen en Lucena. Balanceándose entre la noche y la madrugada, esta cofradía fundada en 1564 cierra la Pasión lucentina. Hasta amanecer un Domingo de Resurrección, transformado en un canto y reclamo a la juventud. Desprovisto de los romanos, la imagen del Señor Resucitado asistirá a su penúltima Semana Santa. En 2025, la cofradía estrenará la nueva representación jubilosa, encargada al imaginero Francisco Javier López. Y la Virgen de los Ángeles recreará su belleza, nuevamente sin palio, y tras una reestructuración del trono y la peana.

En los últimos meses, el Ayuntamiento ha reactivado, una década después, el procedimiento tendente a lograr la declaración gubernamental de Interés Turístico Nacional, para una Semana Santa ya reconocida, con la máxima calificación, en Andalucía. Paralelamente, el Consistorio, a través de la delegación de Fiestas ha remitido a la consejería de Cultura la documentación íntegra que sustenta la petición para lograr la protección BIC para la santería.

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