LA PASIÓN EN CÓRDOBA

Una fiesta con muchos siglos de tradición

La Semana Santa de Bujalance acumula siglos de historia y de entrega de todo un pueblo a unos valores, una fe y una devoción a cristo y a su santísima madre. con algunas cofradías que se remontan al siglo XVI y otras ya nacidas en el XX. de todas sus imágenes, sobresale jesús nazareno

NUESTRO PADRE JESÚS 
 SUBIDA DE LA IMAGEN BUJALANCEÑA POR LA ‘CALZÁ’, DE REGRESO A SU ERMITA. | ESCAMILLA

NUESTRO PADRE JESÚS SUBIDA DE LA IMAGEN BUJALANCEÑA POR LA ‘CALZÁ’, DE REGRESO A SU ERMITA. | ESCAMILLA / José escamilla Bujalance

José Escamilla

José Escamilla

La Semana Santa de Bujalance es el reflejo de muchos siglos de historia y de entrega de todo un pueblo hacia unos valores, una fe y una devoción a Cristo y su santísima Madre. Data de mediados del siglo XVI, cuando nace la primera cofradía, la de la Vera Cruz, en torno a los frailes franciscanos en la ermita de la Santa Cruz. Después siguieron la Soledad de nuestra Señor, a mediados del siglo XVI, en la parroquia de San Francisco, y la corporación de Nuestro Padre Jesús Nazareno, en la ermita de Jesús, a finales del siglo XVI.

En el siglo XX se fundaron las demás cofradías. El Resucitado, en 1928; el Cristo de la Buena Muerte y la Soledad, en 1965; la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén, en 1982; el Santo Vía Crucis, en 1990, y el Cristo del Gran Poder, en 1993. La Semana Santa de Bujalance se caracteriza por su fervor popular y su singularidad, con unas tradiciones de antaño que se mantienen, unidas a las innovaciones de los momentos actuales.

Durante estos días se vive la gran fiesta religiosa de Bujalance, vivencias, tradiciones y devociones, que se plasman en sus calles y plazas, a través del sonido del rachear de las zapatillas costaleras, las saetas o los tambores y cornetas de las marchas; el olor a incienso o azahar; la luz temblorosa de los cirios y de la blanca luna; el colorido de las flores, de los morriones o de las túnicas; el desfilar de romanos y nazarenos y la riqueza patrimonial de cristos y vírgenes. Bujalanceños y visitantes notan el palpitar cofrade de todo el pueblo con el encuentro a su devoción con cada Cristo maniatado, maltratado, con la cruz o crucificado y el llanto de dolor, soledad, esperanza o alegría de la Madre en cada plaza, calle o rincón.

MPERIO ROMANO   DESFILE POR LA PLAZA MAYOR.

IMPERIO ROMANO. DESFILE POR LA PLAZA MAYOR.

Momento histórico

La imagen más señera e icono devocional de su Semana Mayor, la Santa Fervorosa, Venerada y Piadosa imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, en un solemne acto, recibió el pasado año la Llave de Oro de la Ciudad. En la Catedral de la Campiña estaba colocado el paso, en el centro del altar mayor. La misa fue oficiada por el párroco, Francisco Roldán; cantada por la coral Pedro Lavirgen y con la presencia de la alcaldesa Elena Alba, resto de miembros de la corporación municipal; representantes de las cofradías bujalanceñas y de más de veinte cofradías de Jesús Nazareno, de toda la comarca y de Córdoba capital.

Al concluir la eucaristía, el concejal de Cultura y presidente de la Comisión de Honores y Distinciones, leyó el acuerdo plenario y él acta de la entrega oficial de la Llave de Oro de la Ciudad, en la que está cincelado el escudo de Bujalance. Se trata de la primera distinción honorífica de esta altura otorgada en la historia de Bujalance.

Acto seguido, con la presidencia de la alcaldesa, la llave entró custodiada por maceros, desde la puerta principal, y recorrió el pasillo central hasta el altar. Allí, la primera edil cogió la llave y subió hasta el paso donde estaba el Nazareno, para ponérsela en su mano derecha, mientras cantaba la coral, Canticorum Lubilo, de Haendel, y aplaudían los fieles que llenaban el templo.

CRISTO DEL GRAN PODER   ENTRADA AL TEMPLO, LA PARROQUIA DE SAN FRANCISCO.

CRISTO DEL GRAN PODER. ENTRADA AL TEMPLO, LA PARROQUIA DE SAN FRANCISCO.

La entrega de esta insignia es un reconocimiento público y oficial del pueblo de Bujalance, un gesto que simboliza, los honores que su Ayuntamiento concede a esta imagen, obra del escultor sevillano Antonio Castillo Lastrucci, de 1944, que porta cruz barroca de plata cincelada y que procesiona en la madrugá de Viernes Santo. Una imagen que despierta una gran devoción popular y cuya fe y veneración le profesan muchos bujalanceños. Por ello, la imagen es conocida popularmente como El Señor de Bujalance. Su paso de misterio con el Cireneo es el más característico de la Semana Santa de Bujalance, declarada de Interés Turístico Nacional de Andalucía.

Cerró el acto la alcaldesa, con unas palabras de agradecimiento, en nombre de Bujalance, al Señor y Rey de Bujalance, Nuestro Padre Jesús Nazareno, por lo que representa para Bujalance en su historia. Tras la finalización, de la eucaristía, se abrieron las puertas de la Catedral de la Campiña, para ver al Señor y Rey de Bujalance, en procesión extraordinaria, por la entrega de la Llave de Oro la Ciudad.

El cortejo que acompañó a Nuestro Padre Jesús Nazareno abrió su marcha con caballistas, estandartes y banderas, gastadores del Imperio Romano, mujeres de mantilla, numerosos devotos con cirios, representantes de las cofradías y hermandades bujalanceñas y de las cofradías nazarenas invitadas de la comarca y Córdoba. También estaban los hermanos mayores y junta de gobierno de la cofradía, corporación Municipal, sacerdote y, sobre el paso, la imponente imagen de Nuestro Padre Jesús, llevado a hombros por sus fieles costaleros, entre ciriales, incensarios y el palio de respeto. Detrás, muchos devotos con promesas al Señor, que estuvo, musicalmente acompañado, por la banda de música Pedro Lavirgen y la banda de tambores y cornetas del Imperio Romano.

Novedades de las cofradías

Por otro lado, entre las novedades de las cofradías para la actual Semana Santa, destacan la cofradía del Gran Poder; la cofradía del Vía Crucis, que presenta la restauración del la capilla del Cristo del Amor y la Misericordia, mientras que la cofradía de la Vera Cruz tiene como novedades las capillas para San Pancracio y San Expedito, el altar-dosel del Señor de la Oración en el Huerto y la finalización del tallado de su paso, los faldones y las imágenes de Santa Elena y San Francisco, del imaginero Sebastián Montes, para las capillas del paso de Nuestro Padre Jesús Rescatado.

Por su parte, la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno incorpora trajes y dalmáticas para acólitos y la cofradía del santo Entierro presenta la canastilla del paso del Santo Sepulcro. Además, se ha realizado la restauración de Nuestra Señora de la Soledad, a cargo del imaginero Miguel Ángel González Jurado, y habrá acompañamiento del Tercio de la Legión. La hermandad del Resucitado tiene las maniquetas talladas del paso del Resucitado, doce candelabros para el paso de la Virgen de la Alegría, la nueva bandera bordada y las nuevas medallas de cofrades.

CRISTO DE LA BUENA MUERTE   ES PORTADO POR AUTORIDADES MUNICIPALES.

CRISTO DE LA BUENA MUERTE ES PORTADO POR AUTORIDADES MUNICIPALES.

Una de las singularidades de esta Semana Santa es la presencia del Imperio Romano en los desfiles procesionales, por su antigüedad, por la belleza, el colorido, la musicalidad y el desfile gallardo de los romanos que da a las procesiones. No se entendería la Semana Santa de Bujalance sin su presencia. El Imperio Romano acompaña a los pasos de las procesiones del Domingo de Ramos, Jueves Santo, Viernes Santo de Madrugada, Viernes Santo por la Noche y Domingo de Resurrección y Semana Santa Chiquita. Desfilan escuadras de gastadores, escuadra infantil y banda de cornetas y tambores. Tras la escuadra de los mandos con espadas y banderas, cierra la escuadra de lanceros.

Otro momento destacado de esta Semana Santa es la representación del Prendimiento, el Jueves Santo, en la plaza de la Santa Cruz, a la salida de Nuestro Padre Jesús Rescatado. Desde un balcón, frente a la imagen del Cristo, se hace la representación, con la participación de las figuras con rostrillo de Judas y el sacerdote, con un texto antiguo que fue recuperado por el poeta Mario López. Seguidamente, el sacerdote lee el texto evangélico del Prendimiento, y sobre el paso, Judas da el beso de traición al Cristo, mientras que un romano lo ata al redoble de los tambores y las lanzas de los romanos se cruzan.

Otras peculiaridades importantes son el paso de la Borriquita, por el Arco del Ayuntamiento, el Domingo de Ramos, así como el paso del Señor del Gran Poder en el Martes Santo, por las calles estrechas del casco histórico, donde concita a cientos de personas, para vivir la dificultad de las calles Castros y Carmelitas, del Doble Giro y su entrada a la catedral de la Campiña, para hacer estación de penitencia ante el Santísimo. En el Miércoles Santo sobresalen las filas de nazarenos de negro, con cruces al hombro. También está el Vía Crucis, con el Cristo del Amor y la Misericordia, al son de la campana y de los roncos tambores. Destaca a su vez Nuestro Padre Jesús y Nuestra Señora de los Dolores, en uno de los parajes más bonitos y singulares de Bujalance, el Cerro de la Lobera y la bajada entre cirios por la Calzá. A su regreso, se realizan las Tres Caídas del Cristo y el Encuentro del Hijo con la Madre. En el Santo Entierro, las autoridades municipales sacan al Cristo de la Buena Muerte a hombros y en la puerta del templo lo entregan al pueblo. Finalmente, el Domingo de Resurrección, los nazarenos, con el tintineo de sus campanitas, anuncian la resurrección de Jesús y la alegría de la Virgen a lo largo del recorrido y, sobre todo, en el encuentro del Resucitado con la Virgen de la Alegría.

NUESTRA SEÑORA DE LA ALEGRÍA, A SU PASO POR LA CALLE EDUARDO SOTOMAYOR, EL DOMINGO DE RESURRECCIÓN. LA ESTACIÓN DE PENITENCIA ES POR LA MAÑANA

NUESTRA SEÑORA DE LA ALEGRÍA, A SU PASO POR LA CALLE EDUARDO SOTOMAYOR, EL DOMINGO DE RESURRECCIÓN. LA ESTACIÓN DE PENITENCIA ES POR LA MAÑANA

Casco histórico

Finalmente, destacar ese escenario único por el que discurren los desfiles procesionales, por un casco antiguo histórico, que fue declarado en 1983 conjunto histórico-artístico, gracias a su homogeneidad y por ser un magnífico ejemplo de arquitectura típica andaluza, de clara herencia árabe, que conserva casi intacta la tipología del Barroco, con numerosas casas señoriales blasonadas, edificios religiosos y civiles declarados bienes de interés cultural.

Entre ellos, la Catedral de la Campiña, del 1525, de estilo gótico-renacentista, con su torre inclinada, La Pisa de Andalucía y la más alta de la provincia; la Parroquia de San Francisco, de 1530, con su torre dieciochesca; el castillo-alcazaba, del siglo X, mandado edificar por Abderramán III; la plaza mayor, el Ayuntamiento, de finales del siglo XIII; el hospital de San Juan de Dios y su capilla de la Milagrosa, de 1542; el convento de San José y Santa Teresa, de 1708, y las ermitas de Nuestro Padre Jesús, situadas en la cima del cerro de la Lobera, la de la Vera Cruz y la recientemente recuperada ermita de Consolación.

Costumbres

Una costumbre muy arraigada en Bujalance es la de «ir a sacar» a Nuestro Padre Jesús a las cinco de la mañana. Allí, acuden en masa los bujalanceños, donde sentimientos y emociones se desbordan, entre la luz de los cirios, las saetas o los sonidos de las cornetas. También destaca la tradición de reunirse familias, amigos, costaleros, y nazarenos en la mañana del Viernes Santo, después de sacar a Nuestro Padre Jesús, degustando café, chocolate caliente con magdalenas y los típicos dulces bujalanceños: cuajados, almendrado, pestiños, palitroques, caracolillos y barquillos.

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