Si la Semana Santa 2022 comenzó con un prometedor Domingo de Ramos, el mejor ejemplo del anhelo cofrade tras dos años de ausencia de procesiones debido a la pandemia, todo ese deseo recibió ayer su mayor jarro de agua fría en forma de un día lluvioso que llevó a suspender las seis salidas procesionales previstas. En el ánimo de los cabildos de aguas de las hermandades del Martes Santo pesaba el accidentado lunes, en donde ya dos hermandades suspendieron (Sentencia y Ánimas), otra se quedó en la Mezquita-Catedral (Estrella) y tres alteraron sus recorridos de vuelta: Vera Cruz, Vía Crucis y Merced, esta última con un regreso particularmente sufrido.
Así que, con una impertinente lluvia desde la mañana y pronósticos aún peores para el resto de la jornada, conforme se acercaba ayer la salida de cada cofradía los medios de comunicación (como nuestra información en directo en la web CÓRDOBA) y los chats oficiales en redes sociales echaban humo confirmando lo que simplemente levantando la vista al cielo se temía.
De esa manera, mientras Buen Suceso, con su salida prevista a las 17.10 horas, y La Universitaria (17.15) pedían a la Agrupación de Cofradías una venia de media hora para decidir, La Sangre se adelantaba anunciando a las 17.21 que suspendía su estación de penitencia del 2022. Las previsiones no daban margen y… ¿para qué prolongar lo inevitable? Fue también la primera en informar, lo que siempre es de agradecer en esos momentos de cierta confusión, de que su sede canónica abriría hasta las 21.00 para la visita de devotos.
A las 17.43 las dos primeras hermandades en salir confirmaban que se quedaban en sus templos, habilitando también un horario de visita hasta las 21.00, la hermandad de San Andrés, y las 22.00, en el caso de la hermandad Universitaria, en la iglesia del Juramento de San Rafael. Mientras, la banda de cornetas y tambores de Jesús Cautivo, de Málaga, rendía un tributo en Capuchinos al Señor de la Sangre, que comenzó con la marcha Silencio Blanco. El Señor, por cierto, lucía un cinturón de oro que perteneció a Fray Ricardo, donado por el convento de Capuchinos, y con el que también se hacía un homenaje al impulsor del arte cofrade cordobés actual.
La suspensión de La Agonía, a las 18.10, fue quizá más dolorosa, ya que la hermandad volverá al barrio con un traslado privado de sus titulares al considerar que su estancia en la Catedral, de donde parte el cortejo los últimos años, ya es en sí mismo cumplir el objetivo de su estación de penitencia. Capítulo aparte, los devotos solo podrán admirar los pasos preparados para la procesión en los horarios de apertura del monumento que permitan las medidas de seguridad y los cultos. Al respecto, cabe recordar que ayer se celebró la Misa Crismal, que reunió al sacerdocio de toda la diócesis.
Sí pudieron visitarse en el santuario de María Auxiliadora, donde se había habilitado una carpa para la salida, a los titulares de El Prendimiento una vez que concluyó la media hora que pidió el cabildo de aguas y renunciar después a salir este año. La última de la tarde en suspender fue La Santa Faz, como siempre con un buen número de jovencísimos cofrades que, si no son los que más sienten estos reveses, sí son seguro los que más lo exteriorizan con lágrimas.
Dentro de los templos quedaron estrenos como el calvario para el Cristo de la Agonía, la restauración de ciriales y de la corona de la Virgen de la Presentación; la larga serie de novedades en El Buen Suceso (el bacalao diseñado por Rafael de Rueda, junto a los respiraderos laterales y la túnica bordada a cargo del taller Santa Victoria); también en La Santa Faz (renovación de banderas, dos faroles, el guion de juventud, diez piezas de candelería, etcétera) y en El Prendimiento, con la restauración del Señor, la terminación de la talla del paso de misterio, guirnaldas del orfebre Emilio León, varas…
Para hoy, con una previsión del tiempo optimista, se espera que el ansia cofrade vuelva con fuerza en Córdoba buscando recuperar el tiempo perdido con la pandemia. Y más las cofradías del Miércoles Santo, que en el 2019 ya vivieron una accidentada jornada y dos suspensiones.
